Las pretenciones de Gallego es que AYSAM pueda financiarse con la tarifa y con los fondos que provenienen de las arcas municipales, provinciales y nacionales y así sanear el déficit de $1.400 millones. En base a ello, reclamó un incremento del 47,17% a partir del 2022 y brindó todos los argumentos para solicitar ese pedido basado en los índices inflacionarios y en la dolarización de muchos insumos. Primero, enumeró las inversiones realizadas durante el 2021, que cerrarán en los 50 millones de dólares. Ese monto se pretende duplicar para el próximo año con un presupuesto que terminará de ejecutarse en el 2023. Además recalcó que el atraso tarifario es en realidad del 55,83% si se considera el nivel de inflación.
AUDIENCIA TARIFA 2021 AYSAM.pdf
Entre las obras programadas están la construcción de plantas de tratamiento en Rivadavia, San Carlos, Tunuyán y Malargüe; la ampliación de la producción en la planta de Alto Godoy y en la de San Rafael, el cambio de colectoras troncales (como la de Godoy Cruz) y el reemplazo de 70 kilómetros de la red hídrica en la provincia (150 kilómetros ya se completaron este año).
Las conclusiones de esta audiencia pública no son vinculantes pero el EPAS -el órgano de control del agua- analizará la presentación de AYSAM y la de las diferentes organizaciones de usuarios para después elaborar un informe que elevará al Poder Ejecutivo. Gallego estimó que el EPAS se tomará entre una semana o dos semanas para esta tarea, y que la decisión final está en manos del gobernador Rodolfo Suarez, quien aceptará o no el porcentaje de aumento. Lo cierto es que casi siempre se han autorizado subas menores a las solicitadas por la empresa (ver gráfico) desde el 2011 a la fecha. En marzo pasado se aprobó un alza del 25% pero se había pedido 50,83%.