Una medida discutida

Baja de aranceles para tela e indumentaria importada: su impacto según los empresarios locales

Para el sector textil el traslado a precios de la quita de aranceles a importación será menor. En indumentaria advierten la necesidad de bajar impuestos

La baja de aranceles para ropa, calzados y tela de importación confirmada por el ministro de Economía Luis Caputo divide aguas en Mendoza. Mientras empresarios de indumentaria aseguran que será inocua ante la urgencia de bajar impuestos, en el sector textil advierten que el traslado a precios no será directo ni inmediato.

Tras advertir que "Argentina tiene los precios más altos de la región" Caputo adelantó que la reducción de aranceles será oficializada los próximos días. Una decisión que implica recortarlos 15 puntos a ropa y calzado, y 8 a las telas importadas.

A la espera de su reglamentación, tanto los dueños de negocios de ropa como los que comercializan telas empiezan a sacar cuentas. Mientras, los consumidores se esperanzan en que, a contramano de la inflación, los precios bajen.

"Para el comercio de indumentaria será positivo, en una provincia de frontera que compite con un país donde no hay aranceles o son mucho más bajo, como Chile. Le permitirá ser más competitivo", consideró Juan Manuel Gispert, gerente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), con una fuerte representatividad del sector comercial.

Sin embargo, prima otra mirada: cómo puede afectar a la industria nacional. Lo que a su criterio, es parte de una política pendular.

En tal sentido, para Gispert "en términos estructurales, termina de lastimar a una industria con un Gobierno que la desprotege enfrentándola a importación sin aranceles, como ocurre ahora. Y sin definición estratégica, no termina de madurar nunca: por eso es más probable que se pierdan muchos puestos de trabajo con ésta política".

Telas: "En estado de indefensión"

El sector textil de Mendoza depende en parte de la industria nacional, como también de la importación. Con todo, se asume que el traslado a precios esperable con la baja del 26 al 18% de los aranceles no será rápido.

"Se bajan las barreras para la importación, pero dejando en estado de indefensión a un comercio minorista que, en Mendoza paga 4,5% de Ingresos Brutos, por ejemplo", aseguró Adolfo Trípodi, dirigente empresario y dueño de La Tijera.

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Baja de aranceles para tela e indumentaria importada. Imagen ilustrativa 

Baja de aranceles para tela e indumentaria importada. Imagen ilustrativa

Al respecto, Trípodi evaluó que "si como Gobierno querés que compita esté bien, pero en igualdad de condiciones. Hay que ser cuidadoso con el mensaje de que van a bajar los precios".

¿Cuánto puede significar la quita para el comercio, y por ende, para sus clientes? "Un metro de tela importada paga doble IVA (42%), más anticipo de Ganancias y tasa estadística a la importación, por lo tanto la incidencia esperada será menor al 5%", aventuró el empresario textil.

Al respecto, lo ejemplificó así: "Si puesta en el barco cuesta $100, llega al negocio en $180. Ahora quizá cueste $170".

Indumentaria: a la espera de una rebaja de impuestos internos

Caputo sostuvo que un relevamiento sobre productos de marcas internacionales indica que una remera cuesta en Argentina 310% más que en España y 95% más que en Brasil. No mencionó el efecto Chile, que sobre todo en Mendoza tiene un gran impacto en el sector comercial.

Caputo no se cansa de destacar que "el Estado tiene que bajar la carga impositiva, pero tiene que haber también una concientización de que estamos en un modelo diferente".

Sin embargo, los dueños de locales de ropa asumen que es la deuda pendiente. Y que la quita de aranceles tendrá un efecto, pero no ocultan su mayor preocupación: la asfixiante presión tributaria actual, en un contexto de caída récord de ventas.

"Puede incidir en precios, pero de un día para el otro no cambiará nada. La industria textil tiene 55% de carga impositiva, debería primero bajar impuestos internos", subrayó el sanrafaelino Andrés García, de Knauer Ropa Cómoda.

El empresario afirmó que para sostener su flujo comercial, pese a que el costo de la materia prima subió 15% en promedio, mantiene los precios estables "hace 6 meses".

A propósito de la fuerte carga impositiva, García enumeró 20 tributos que los empresarios de indumentaria deben afrontar "para abrir un local" en Mendoza. Entre otros, IVA (21%), Ganancias (25%), aportes patronales, impuesto al cheque (0,6%), y una alícuota de 3% de IB al comercio, además de sellos a los alquileres (hasta el 3%).

Entre aranceles e impuestos, una historia a la que le resta "mucha tela para cortar".