Después de que un sorprendente aviso clasificado publicado en un diario nacional, y a la semana siguiente en uno de los diarios locales advirtiera que la minera brasileña Vale sacaba a remate 42.000 toneladas de rieles y una máquina para realizar vías ferroviarias, misteriosamente el Gobierno provincial -y la misma empresa, según el propio Gobierno- anunciaron que reactivarán el megaemprendimiento de sales de potasio paralizado en Malargüe desde fines del 2012 y principios del 2013.
Semejante "notición" no podía pasar desapercibido. De modo tal que el propio subsecretario de Energía y Minería, Emilio Guiñazú, anunció en conferencia de prensa la resurrección de Potasio Río Colorado. La movida dejó más dudas que certezas.
"Si bien el proyecto no será el mismo, lo importante es que de a poco se va normalizando la actividad. La pretensión de la minería es volver a los tiempos previos al kirchnerismo", sostuvo un referente de Gemera, la cámara que nuclea a las empresas que hacen exploración en el país.
Pero el Gobierno de Mendoza quedó nuevamente en una situación incómoda en el tema minero, luego que -horas después a su anuncio- la minera Vale confirmara que no reactivará Potasio Río Colorado hasta encontrar un socio, enviando una clara señal al Ejecutivo provincial para que modere el entusiasmo.
Concretamente, Vale salió a aclarar que no reanudará el millonario proyecto de potasio en Mendoza hasta que no consiga un socio. Así, la compañía le bajó el tono al anuncio que había realizado esta semana el gobierno cuyano.
La minera dijo a la agencia Reuters que no está considerando una reapertura de su proyecto Río Colorado, en Malargüe, sin un socio para compartir la inversión.
La compañía había indicado el miércoles que estaba buscando poner el producción el proyecto, un proceso que requiere una inversión de U$S1.500 millones.
Como sea, y por todo lo que se vivió con la suspensión de los trabajos en el Sur, el tema merece ser tratado con cautela, prudencia y con un dejo de desconfianza, al menos.
La paralización del proyecto Potasio Río Colorado fue uno de los momentos más traumáticos para la economía kirchnerista.
Corría marzo de 2013 y el "cepo" se aplicaba en su versión más dura, cuando unanunció paralizó el pulso económico de una provincia que sufría los embates del atraso cambiario y, asociado a ello, la falta de inversiones.
Tras un sinfín de rumores, la minera brasileña Vale informaba que paralizaba por completo su desembolso pautado en más de U$S6.000 millones para extraer potasio en cercanías de Malargüe, en Mendoza.
La noticia fue un mazazo tanto para la provincia como para el "modelo k": para Mendoza, por las más de 6.000 familias afectadas y por el impacto en su actividad económica: para el kirchnerismo, por ser prueba fehaciente de que el cepo y el desdoblamiento cambiario no sólo afectaba a los pequeños ahorristas sino también a los grandes emprendimientos.
Cuidado con el optimismo
Las cámaras empresarias mostraron su beneplácito con el anuncio del gobierno local, aunque en general prefirieron mostrarse cautos debido a la baja cotización del mineral en los mercados internacionales.
"No va a ser fácil, en nuestra opinión es complicado por las condiciones internacionales, fundamentalmente la baja en el precio del potasio que ha caído mucho. Pero también mejoraron las condiciones nacionales que hicieron que el proyecto sea complicado, como el cepo cambiario, que al haberse levantado permite reglas más claras. Además, a nivel nacional hay un muy fuerte apoyo a las políticas de recursos naturales, minería, energía atómica, petróleo, gas, etcétera", agregó.
Hay que recordar que los recursos pertenecen a las provincias, entonces en Mendoza en general no hay una buena disposición a la apertura a la minería.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Asinmet), Julio Totero, sostuvo que "es un deseo de todos y ojalá que así sea, pero desde el punto de vista económico lo veo difícil que se concrete, habida cuenta de que si no hay una mejora en el precio el potasio va a ser imposible de que el proyecto sea rentable".
En ese sentido, explicó que la dificultad radica en que "cualquier inversor pueda hacer frente a una inversión qué tenga una tasa de retorno tan larga, ya que el valor de la tonelada es de 50 a 60 dólares, y con una producción de un millón de toneladas por año se requieren 30 años para recuperar la inversión".
"Por eso creo que no hay que levantar falsas expectativas, sobre todo en Mendoza que el tema del cierre de este proyecto afectó mucho, ya que mucha gente quedó sin trabajo. La verdad es que Mendoza tiene la gran posibilidad de desarrollar la minería, pero no hay que ponerle todo el foco a Vale que me parece muy difícil que se pueda reactivar".
En síntesis, la reactivación real del emprendimiento sigue en la nebulosa, y sujeta al vaivén de los mercados y a la situación internacional.
Sin socio, no hay posibilidad alguna de reanudación, aún se trata de un "mini" Potasio Río Colorado. Y "vale" decirlo: en las condiciones actuales del mercado no es fácil conseguir firmas interesadas -chinos y rusos siempre son candidatos- en acompañar una inversión de U$S1.500 millones.