La mal llamada "viveza criolla" de un grupo de personas le costó el empleo a un mozo de un restaurante de Mendoza, que se vio obligado a renunciar luego de tener que hacerse cargo de un ticket de $10.000 que los comensales no pagaron. El hecho ocurrió en Mendoza y fue una compañera de trabajo del mozo renunciante la que contó la historia en Twitter que se volvió viral.