Un bodegón que hace del pastel de papas su bandera se convierte en el lugar perfecto para una cena económica o una salida nocturna sin complicaciones. Sus precios imbatibles permiten comer porciones generosas sin mirar la cuenta, y la porción de pastel de papas a solo $10.000 es la estrella que todos piden. La comida es abundante, casera y pensada para llenar la panza sin vaciar el bolsillo.
Este bodegón se consolida como un clásico imperdible de Pompeya, donde el pastel de papas perfecto, los sabores tradicionales y los precios justos se juntan para crear noches memorables. Para quienes buscan comer abundante y rico en un ambiente de barrio sin vaciar el bolsillo, este local gastronómico en Sáenz 963 es una parada obligada que siempre deja ganas de volver.
El bodegón para comer pastel de papas
En avenida Sáenz 963, en pleno Nueva Pompeya, La Rumba se posiciona como refugio para quienes buscan sabor de barrio a pasos del puente. El salón es amplio y familiar, con mesas largas, paredes llenas de fotos antiguas y una cocina abierta donde se apilan fuentes de pastel de papas recién gratinado. La decoración sencilla y el trato cercano convierten cada visita en una reunión de domingo que se alarga sin querer.
En una zona donde comer bien puede ser caro, La Rumba responde con un menú que equilibra cantidad y precio. Desde pastel de papas hasta pizzas y milanesas, cada opción está pensada para satisfacer sin gastar de más. Los habitués llegan sabiendo que saldrán llenos con el sabor de siempre.
La promoción estrella es la porción de pastel de papas a solo $10.000: carne, puré cremoso, gratinado perfecto y alcanza fácilmente para dos personas. Otros hits son empanadas a $2.500 cada una, porciones de pizza entre $3.000 y $4.000 según variedad, y la milanesa napolitana completa por $18.900 con guarnición incluida.
La carta del bodegón se completa con rabas, tortillas de papa, fainá, fainá con queso y ensaladas frescas. Los grupos encuentran paquetes para mesas grandes, convirtiendo a La Rumba en el lugar ideal para cumpleaños, después del trabajo o noches de fútbol sin exceder el presupuesto.






