“Toma un video-selfie: necesitamos un vídeo corto tuyo girando la cabeza en diferentes direcciones. Esto nos ayuda a confirmar que eres una persona real y a confirmar tu identidad”, aparece, en concreto, en la pantalla del usuario.
Se señala que la grabación será eliminada en un plazo de 30 días y que no se recopilarán los datos biométricos de los usuarios ni se empleará tecnología de reconocimiento facial. Es decir, sobre el papel el único objetivo del video-selfie es comprobar que el internauta es una persona real.
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Teniendo esto en cuenta, lo más probable es que el proceso de autenticación sea solicitado en situaciones muy concretas. Por ejemplo, cuando un internauta abre una cuenta, cuando emplea la aplicación en un dispositivo nuevo o cuando lleva a cabo un comportamiento propio de una cuenta automatizada, como repartir o recibir muchos 'likes' en un periodo corto de tiempo.