Una vida de película

Yiya Murano, "la envenenadora de Monserrat" y una tumba anónima en La Chacarita

Yiya Murano se hizo famosa por asesinar a tres amigas tras invitarlas a tomar el té con masas contaminadas con cianuro y hoy sus restos descansan en La Chacarita con otro nombre

María Bernardina de las Mercedes Bolla Aponte de Murano, más conocida como "Yiya Murano, la envenenadora de Monserrat" se hizo famosa al convertirse en una de las asesinas más frías y calculadoras de la Argentina. La mujer mató a dos amigas y una prima segunda, luego de pedirles plata prestada con la promesa de multiplicar sus inversiones aunque nunca devolvió ese dinero.

A poco más de 46 años de los asesinatos que conmocionaron a la Argentina y 11 de su muerte, el nombre de Yiya Murano ha vuelto a estar presente a partir del reciente estreno de la serie que cuenta su vida. Curiosamente “Yiya” reavivó el interés por la vida de la mujer que por sus acciones quedó en la historia del crimen con el apodo de “la envenenadora de Monserrat”.

Pero recientemente se ha conocido un dato que años atrás, tras su muerte, pasó casi desapercibido y en los últimos días volvió a estar presente en los medios: Yiya Murano no descansa en el cementerio de La Chacarita bajo su verdadero nombre en la tumba.

Condenada Yiya asesina
Yiya Murano murió en 2014 en un geriátrico del barrio de Belgrano y sus restos descansan en La Chacarita con otro nombre.

Yiya Murano murió en 2014 en un geriátrico del barrio de Belgrano y sus restos descansan en La Chacarita con otro nombre.

Yiya Murano, quien había nacido en Corrientes el 20 de mayo de 1930, fue condenada en 1985 por el asesinato de tres amigas a las que habría envenenado con masitas contaminadas con cianuro, un caso que se transformó en uno de los episodios policiales más impactantes a fines de la década del '70.

La mujer se había casado en 1953 con el abogado Antonio Murano, aunque aparentemente no tuvieron una buena relación.

Durante años, Yiya siempre negó las acusaciones y manteniendo su postura desafiaba a todos quienes la relacionaban con esa muertes, aunque a la vez mostraba una llamativa inclinación a la exposición mediática. Invitada al programa de Mirtha Legrand, la mujer siempre se mostró sonriente, segura de sí misma y dispuesta incluso a aparecer irónica con su propia fama al mencionar la frase “a tomar un té”.

Pero no fue fácil la vida de Yiya Murano, porque para su familia, el fenómeno que la rodeó fue motivo de incomodidad todo el tiempo. A medida que pasaron los años y durante la etapa final de su vida, sus familiares decidieron distanciarse del personaje que la propia mujer había construido.

Condenada Yiya víctimas
Las tres amigas de Yiya Murano que fueron invitadas a tomar el té y murieron envenenadas con masas que tenían cianuro.

Las tres amigas de Yiya Murano que fueron invitadas a tomar el té y murieron envenenadas con masas que tenían cianuro.

Uno de sus familiares dejó un comentario poco antes de su muerte al mencionar que la mujer padecía un deterioro cognitivo avanzado. Entre ellos, una sobrina relató a Infobae.com que la situación de la mujer era delicada y que habían decidido resguardar su intimidad: “No recuerda nada. Delira, y hemos resuelto que nadie más pueda verla”, indicaron.

La tumba de Yiya Murano

Manteniendo esa postura de protección, sus familiares intentaron que la noticia de la muerte de Yiya Murano quedara en la intimidad y no se hiciera pública. Tras su fallecimiento, ocurrido el 26 de abril de 2014 tomaron una dura decisión respecto al entierro de "la envenenadora de Monserrat": no grabar su verdadero nombre en su tumba, en el cementerio de La Chacarita.

Martín, el propio hijo de Yiya Murano dio una clara explicación: “Yiya está enterrada como Mercedes Bolla”. Esa decisión tenía por finalidad alejar su tumba del circuito de curiosos, visitantes morbosos o aficionados a las historias policiales que intentaran encontrar el lugar donde están sus restos.

El vínculo de Yiya con su familia siempre fue complejo, pero en sus últimos años la distancia se volvió definitiva. Martín Murano, su hijo, llegó a afirmar que la desconocía como madre e hizo conocer su desacuerdo con el protagonismo en que fue representada Yiya en la ficción televisiva. Un dato que llamó la atención fue que Martín no habría sido notificado cuando su madre murió en un geriátrico del barrio de Belgrano.

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Yiya Murano se hizo famosa por asesinar a tres amigas tras invitarlas a tomar el té con masas contaminadas con cianuro.

Yiya Murano se hizo famosa por asesinar a tres amigas tras invitarlas a tomar el té con masas contaminadas con cianuro.

Yiya Murano, quien se jactaba de haberse acostado con más de 250 hombres y de haber mantenido numerosas relaciones extramatrimoniales, en todo momento negó los crímenes, jamás aceptó la acusación de las tres muertes por las que fue condenada a prisión perpetua, aunque esa afirmación no le impidió pasar 16 años en prisión hasta 2002, en que que liberada.

Actualmente, su tumba permanece en el anonimato, lejos del nombre que marcó una época y que aún despierta interés de los amantes de historias policiales.

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