La chacra de Colonia Segovia, donde se produjo el episodio, es conocida como Los Sánchez y pertenece a Germinando S.A.
Allí, desde hace muchos años, vive y trabaja Urbano Lamas Rodríguez y su familia, compuesta por su mujer y sus cuatro hijos. Urbano y su esposa son originarios de Santa Cruz de la Sierra. La pareja hace muchos años que vive en Mendoza y ya hace tiempo que tiene su radicación permanente. Incluso sus 4 hijos son argentinos.
"Urbano me contó llorando lo que había ocurrido", contó Yolanda Pozo, y recordó que el hombre le explicó que durante todo este tiempo "habían trabajado siempre bien, sin conflictos, plantando y cosechando ajo, lechuga, papa..." . Pero, hace unas semanas, después de levantar la última cosecha "los dueños no les quisieron pagar, diciendo que no les alcanzaba. Pero Urbano tenía que pagarles a su vez a la gente que trabajó con él, sus hijos y algunos ayudantes".
La familia Lamas se quedó en la casa donde han vivido todos estos años, esperando resolver la deuda, pero solo recibieron la intimación de desalojo. "El dueño los acusó de usurpadores. Les dijo no los quería ver más, pero la familia le contestó que se quedarían allí hasta la cancelación de la deuda".
Incluso "hubo amenazas. Les han dicho que, si no se van por las buenas los van a matar. Les han dicho: 'bolivianos de mierda, nadie va a reclamar por ustedes cuando los entierre como a perros'".
El sábado, después de embestir con el tractor la tranquera y a uno de los hijos de Urbano, hubo empujones y hasta "golpearon a la esposa de Urbano con un palo de algarrobo y la dejaron tirada".
La policía llegó hasta el lugar pero "no llamaron ambulancia y le dijo a la familia que, para denunciar, tendrían que ir ellos a la fiscalía", cosa que después hicieron.
Además el Consulado de Bolivia ya tomó intervención en el caso y también el área de Promoción y el Fortalecimiento para el Acceso a Justicia, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.