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Los vuelos se realizan durante todo el año, al amanecer o al atardecer, con reserva previa.
Con lugar de despegue en Barriales, exactamente en el aeródromo ubicado en Ruta 60 y calle Miguez, en Los Barriales, frente al Monumento al Agua y al Trabajo, el globo más grande del país recorre unos 15 kilómetros sobre viñedos y permitiendo una inmejorable vista de toda la región, incluida la cordillera.
Este globo es el más grande del país, con 6.000 metros cúbicos de aire y un canasto capaz de llevar hasta 12 personas y elevar 2.000 kilos. Pertenece a Mendoza Balloons, una fusión de Aerotec Argentina y de Pampa Balloons. Los pilotos son Javier Barozza y Mario Cardama.
Por las tardes el viento predominante viene del norte, por lo que el globo despega en Barriales y aterriza en el departamento de Rivadavia, casi siempre en el distrito de Árboles y cerca del lecho del río Tunuyán.
Por las mañanas el viento sopla del sur, por lo que el globo viaja hacia San Martín y aterriza por Palmira, por el Parque Agnesi o en algún punto de esa zona.
El tiempo de vuelo es de 45 minutos a 1 hora aproximadamente, donde se puede apreciar una vista magnífica de toda la región sobrevolando viñedos y olivares. La dirección de vuelo está determinada por el viento predominante de ese día, es decir que no hay una ruta fija.
El vuelo, por momentos, se puede realizar a unos pocos metros de altura y luego ascender para tener una visión panorámica, que permite observar muchos kilómetros a la redonda.
El vuelo es tan plácido y sereno que no da ningún tipo de malestar ni sensación de vértigo. Como una pluma llevada por el viento. Como parte del viento. Como parte del aire. Así es volar en globo. Flotar en la más absoluta calma, en silencio. Son 50 minutos que se desean eternos.
"Una vez que aterrizamos, les entregamos un Certificado de Vuelo mientras se guarda el globo y regresamos por tierra al lugar de despegue", indicó Barozza.
"En esta época del año el despegue del amanecer es a las 6:30 AM y el del atardecer 7:20 PM", acotó.
Además indicó que "Entre 24 y 48 horas previas al vuelo, con el pronóstico meteorológico más cercano, se confirma o no el vuelo. Si para la fecha elegida para el vuelo las condiciones meteorológicas no son las adecuadas, reprogramamos juntos una nueva fecha de vuelo. En nuestro globo pueden viajar hasta 8 pasajeros más el piloto".
Antes de la pandemia, el 90% de los pasajeros eran turistas extranjeros. Ahora, hay mayoría de mendocinos y turismo nacional.
Algunas recomendaciones:
El horario de presentación de los pasajeros es 30 minutos antes del horario fijado de despegue.
Durante el vuelo y los periodos previos y posteriores al mismo, es obligatorio el uso de barbijo o mascarilla.
Se sugiere que la edad mínima para los niños sea la de 5 años.
No es recomendable esta actividad para mujeres embarazadas.
La ropa adecuada a usar es la misma que utilizaría para una caminata al aire libre usando calzado cerrado y pantalón largo.
Los días de mucho calor se aconseja usar también una gorra o sombrero. Prácticamente no hay diferencia de temperatura durante el vuelo respecto a la temperatura en superficie.
El precio por pasajero es de $ 15.000. La tarifa es siempre por plaza ocupada, indistintamente de la edad.
El servicio de transfer al campo de vuelo no está incluido en el precio del vuelo en globo.
Algo de historia
Francia fue cuna de los globos aerostáticos. Los hermanos Joseph y Jacques Montgolfier fueron quienes comenzaron a analizar que el humo de las fogatas subía y que, por ende, debía ser más liviano. Más adelante se darían cuenta que no era el humo, sino el aire caliente lo que era más liviano.
En septiembre de 1782 hicieron un primer intento y el 4 de junio de 1783 realizaron una demostración pública con un globo aerostático de diez metros de diámetro, en un mercado francés. Estaba construido con tela y papel. En septiembre de ese año hicieron una demostración ante 130.000 personas en Versalles, que fue presenciada por el rey Luis XVI y María Antonieta.
Esa vez los hermanos Montgolfier decidieron enviar a un gallo, una oveja y un pato como fueron sus tripulantes. Querían probar si podían sobrevivir, ya que los hermanos no sabían si en las alturas se podía respirar igual que a nivel del suelo.
Luego decidieron probar con humanos y se les sugirió que utilizaran a algún reo. Sin embargo Jean-Francois Pilâtre de Roziers y el Marqués d´Arlandes no quisieron perderse la oportunidad. “Vivos o muertos, seremos los primeros aeronautas”, dijeron. Así fue que hicieron esa experiencia en París en 1783.
Pero el descenso del globo fue observado por un grupo de campesinos, que creyeron que se trataba de algún ser endemoniado, y estuvieron a punto de ajusticiar a Pilâtre de Roziers y el Marqués d´Arlandes.
Fue entonces que los hermanos Montgolfier decidieron que los próximos vuelos debían llevar una botella de champagne, para que los tripulantes pudieran dar prueba acabada de que eran humanos y franceses. Ningún demonio podría llevar consigo una botella de champagne. Así fue que el brindis con champagne después de un vuelo en globo, es una tradición que se cumple a rajatabla.
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