"Están cargadas de fibra soluble e insoluble, un dúo transformador para la salud digestiva", explica Fradin. La fibra insoluble promueve movimientos intestinales regulares, mientras la soluble contribuye a la sensación de saciedad después de comer.
La experta graduada de Harvard resalta que la fibra soluble reduce el colesterol "malo" LDL y estabiliza el azúcar en sangre tras las comidas, evitando caídas de energía que afectan el rendimiento de los niños.
Naturalmente fortificadas con un impresionante conjunto de vitaminas y minerales esenciales, las legumbres son una fuente excelente de folato, hierro y magnesio, elementos cruciales para diversas funciones corporales. La experta de Harvard enfatiza que particularmente las sojas contienen grasas saludables como omega 3 y omega 6 que favorecen la salud cerebral y cardíaca en los niños.
Accesibles, sostenibles y adaptables a todos los gustos
Más allá de su perfil nutricional, las legumbres ofrecen ventajas prácticas para las familias. Resultan muy económicas, haciéndolas accesibles para cualquier presupuesto familiar y fundamental para una correcta alimentación. Su larga vida útil permite tener siempre a mano una opción alimenticia saludable.
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Lo mejor que pueden hacer los padres es acostumbrar a los niños a consumir estos alimentos desde pequeños.
"Incorporar legumbres en nuestras dietas constituye una elección respetuosa con el medio ambiente", afirma la pediatra formada en Harvard. Tienen una huella de carbono menor en comparación con muchas fuentes de proteína animal, contribuyendo a un sistema alimentario más sostenible para el futuro de nuestros niños.
Para la doctora Fradin, todo el conocimiento nutricional del mundo no marcará diferencia si los niños rechazan lo que se les ofrece. Aquí es donde la magia de las legumbres verdaderamente brilla dentro de la alimentación infantil.
La experta ha encontrado que muchos menores disfrutan genuinamente del sabor y textura de las legumbres. Para los pequeños más selectivos, recomienda comenzar con algo simple y accesible, como edamame al vapor o frijoles negros en una quesadilla. "He tenido éxito incluso con brownies a base de frijoles negros, un postre sorprendentemente delicioso y nutritivo", comparte la especialista.