Estados Unidos

Una investigación fulmina a los polvos de proteína: descubren que tienen niveles alarmantes de plomo

Una nueva investigación en Estados Unidos alerta sobre el consumo diario de suplementos de proteínas, ya que muchos exceden los límites seguros de plomo.

Una reciente investigación pone en jaque a la multimillonaria industria de los suplementos de proteína. El estudio, realizado por Consumer Reports, encontró que muchos de los polvos y batidos más populares del mercado contienen niveles preocupantes de metales pesados tóxicos, especialmente plomo. Este problema no es nuevo, pero los resultados actuales son peores que los de hace 15 años.

El panorama que dibuja el descubrimiento es inquietante. De 23 productos de marcas conocidas analizados en Estados Unidos, más de dos tercios contenían en una sola porción más plomo del que los expertos consideran seguro para un día entero. Tunde Akinleye, investigador de seguridad alimentaria que lideró el proyecto, expresó su preocupación: "Es preocupante que estos resultados sean incluso peores que la última vez que hicimos las pruebas".

Un riesgo mayor en las proteínas de origen vegetal

Los análisis mostraron una diferencia clara entre los tipos de proteína. Las opciones de origen vegetal, en promedio, tenían nueve veces más plomo que las elaboradas con lácteos y el doble que las basadas en carne de res. Dos productos vegetales resultaron particularmente alarmantes: el Vegan Mass Gainer de Naked Nutrition y el Black Edition de Huel. Una sola porción de estos contenía entre 1.200 y 1.600 por ciento más plomo que el nivel de preocupación de los expertos.

Otras marcas tampoco salieron bien paradas. Los polvos Sport Organic Plant-Based Protein de Garden of Life y 100% Plant Protein de Momentous también presentaron niveles tan elevados que los especialistas recomiendan limitar su consumo a una vez por semana. De hecho, incluso la mitad de los productos a base de lácteos, que en general eran más limpios, tenían suficiente contaminación como para desaconsejar su uso diario.

proteina en polvo
La investigación encendió la señal de alarma de quienes consumen estos suplementos dietarios.

La investigación encendió la señal de alarma de quienes consumen estos suplementos dietarios.

Esta investigación no solo se centró en el plomo. El descubrimiento también arrojó que algunos productos excedían los niveles de preocupación para otros metales pesados. Por ejemplo, el batido Black Edition de Huel contenía más del doble de la cantidad de cadmio que se considera segura para el consumo diario, mientras que el Serious Mass de Optimum Nutrition duplicaba el límite sugerido para el arsénico inorgánico.

La contaminación por metales pesados puede originarse de distintas maneras. Las plantas absorben de forma natural los elementos presentes en el suelo, el agua y el aire, que pueden estar contaminados por la polución industrial. Además, el proceso de fabricación para extraer y concentrar la proteína de las plantas es complejo y cada paso adicional, desde la molienda hasta el secado, representa una oportunidad para introducir contaminantes.

Investigación: ¿realmente necesitamos tanta proteína?

mujer proteina
La duda sobre si estos complementos de proteínas son realmente necesarios persiste.

La duda sobre si estos complementos de proteínas son realmente necesarios persiste.

La popularidad de estos suplementos nace de una creencia muy extendida: que no consumimos suficiente proteína. Sin embargo, muchos expertos aseguran que esta idea es un mito para la mayoría de la gente. El adulto sano promedio en Estados Unidos ya consume mucha más proteína de la que necesita a través de su dieta normal.

Nicholas Burd, profesor de la Universidad de Illinois, lo explica sin rodeos: "Puedes satisfacer al 100 por ciento tus demandas de proteína comiendo alimentos integrales". Un adulto de unos 77 kilos, por ejemplo, necesita alrededor de 61 gramos de proteína al día, algo que se consigue fácilmente con una taza de yogur griego y una pechuga de pollo.

El problema es que existe una especie de obsesión con la proteína. Se la asocia con un estilo de vida saludable, lo que lleva a la gente a consumir productos fortificados que no siempre son la mejor opción. Según la historiadora de la alimentación Hannah Cutting-Jones, "hemos creado este halo de salud en torno a la proteína. Nos da una excusa para comer muchas cosas que no deberíamos". Esto se suma a una falta de regulación estricta por parte de la FDA en Estados Unidos, que no establece límites federales para la cantidad de metales pesados que estos suplementos pueden contener.