“Lo hicimos a pulmón, con la ayuda de mucha gente. Organizamos rifas, pusimos plata de nuestro bolsillo y recibimos donaciones de clientas, amigos y vecinos. Han sido dos meses y medio de trabajo constante, pero ver el merendero terminado es un sueño cumplido”, cuenta emocionado Exequiel.
De la peluquería al barrio más carenciado
El Chino tiene 30 años y es dueño de GT Estilistas y GT Barberos, en Honorio Barraquero y San Martín, Godoy Cruz. Desde allí, no solo embellece a sus clientas y clientes, sino que también canaliza un sinfín de cruzadas solidarias.
La primera vez que se acercó al comedor Rayito de Luz fue hace 7 años. “Me invitaron y fui sin imaginar lo que me iba a encontrar. Salí llorando como un bebé. Vi chicos descalzos, colchones tirados sobre el piso de tierra, baldes que hacían de inodoro. No podía creer tanta necesidad. Desde ese día decidí que tenía que ayudar”, recuerda.
La experiencia lo marcó profundamente. Desde entonces, la solidaridad se volvió parte de su vida cotidiana. Sus clientas ya saben que cada vez que van a la peluquería pueden llevar un alimento no perecedero o un juguete para colaborar. Es casi una costumbre instalada.
Con los años, las campañas se multiplicaron: cortes de pelo a cambio de donaciones, colectas para inundados, juguetes para Navidad y Reyes, o ayuda económica para familias que atraviesan emergencias médicas.
El empujón de la comunidad para abrir el merendero en Las Heras
En esta nueva etapa, Exequiel no estuvo solo. A la iniciativa se sumó Roxana Gallo, dueña original del merendero, y también Esteban, conocido como el “Gringo Mendoza”. Entre los tres coordinaron rifas, movieron redes, recibieron donaciones y pusieron manos a la obra para levantar el nuevo espacio de ladrillos.
merendero las heras
Un asentamiento humilde y muchos niños listos para acudir al merendero.
“Con esfuerzo y mucho corazón logramos construir un lugar digno. Ahora tenemos baños separados, vajilla, mesas y un salón amplio. Es un orgullo enorme ver que los chicos tienen dónde sentarse y compartir. Pero lo más importante es que todavía queda mucho por hacer: queremos que puedan comer más días a la semana y también incluir a los adultos que lo necesitan”, afirma.
Una vocación solidaria que nació en la infancia
El espíritu solidario no apareció de un día para el otro. Exequiel cuenta que quizás lo heredó de su bisabuela, que era tejedora y colaboraba con Cáritas. Creció en el barrio San José de Guaymallén, en una familia humilde que le enseñó a valorar cada gesto y a compartir lo poco que se tiene.
“Creo que todo esto se volvió un estilo de vida. No lo pienso como una acción aislada, sino como una manera de estar en el mundo. Cuando estoy triste, me acerco al comedor y salgo renovado. Los chicos me dan una energía increíble”, dice.
Campañas que inspiran: el caso de Juanita
Su compromiso con causas solidarias ya se había hecho visible en otras oportunidades. Una de las más recordadas fue la campaña para ayudar a Juanita Ghiotti, la niña de Las Heras que nació con una malformación congénita en las manos y necesitaba viajar a Barcelona para una cirugía costosa.
peluquero chino alvelda
Exequiel "Chino" Alvelda ha participado de numerosas campañas solidarias como peluquero.
En ese entonces, Exequiel organizó cortes de pelo a precio simbólico, rifas y colectas en redes. “Nos conmovió su historia y decidimos aportar nuestro granito de arena. No es la primera vez que lo hacemos ni será la última. A veces lo que más se necesita es visibilizar, para que la ayuda llegue”, explicó en aquel momento.
Esa forma de pensar resume la filosofía del “Chino”: cada historia merece ser escuchada y cada necesidad atendida.
Una invitación a sumarse en pos del merendero
El merendero Rayito de Luz ya funciona tres veces por semana, pero la meta es ampliar los días de atención y llegar a más familias. Para eso, toda colaboración es bienvenida: alimentos no perecederos, dinero, vajilla, sillas o lo que pueda aportar cada vecino.
“Hay mucho por hacer. Lo importante es que seamos muchos los que pongamos un granito de arena. Con poquito de cada uno podemos lograr muchísimo”, insiste el Chino.
Quienes deseen ayudar pueden comunicarse al 261-7766984 (su teléfono) o seguir las acciones en Instagram: @chinoalvelda.
El legado que construye todos los días
Desde su peluquería en Godoy Cruz hasta el asentamiento más humilde de Las Heras, el Chino es el puente entre quienes quieren ayudar y quienes necesitan ser ayudados.
Hoy, más de 60 niños se sientan en un merendero digno gracias a esa vocación. Y si algo queda claro en sus palabras es que este es solo el comienzo: “Lo que más me importa es que los chicos tengan un lugar donde sentirse cuidados. Eso me llena el alma. A veces la gente cree que dar es perder, pero en realidad dar siempre multiplica”.
Dónde colaborar
Teléfono: 261-7766984
Instagram: @chinoalvelda