En Malargüe

Un experto explicó por qué llegaron las cenizas del volcán Peteroa a zonas pobladas de Malargüe

El especialista Sebastián García apuntó a los fuertes vientos como los responsables de que se hayan esparcido las cenizas del volcán Peteroa

El volcán Peteroa, ubicado en Malargüe, registró un incremento en su actividad durante la primera semana de noviembre. Aunque se mantiene en alerta amarilla desde junio pasado, el reciente movimiento generó inquietud en la zona sur de Mendoza por las cenizas que alcanzaron zonas pobladas de Bardas Blancas y la villa cabecera del departamento.

Su última erupción fue en el 2018. Para aclarar el panorama, Sebastián García, especialista del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) y miembro del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV), explicó este viernes la situación en una entrevista con Radio Nihuil.

Volcán Peteroa 3
La actividad del volcán Peteroa encendió la alerta amarilla en junio pasado, pero según el especialista, no reviste peligro para la población.

La actividad del volcán Peteroa encendió la alerta amarilla en junio pasado, pero según el especialista, no reviste peligro para la población.

Aparición de cenizas en zonas pobladas

García detalló que en octubre comenzaron a detectarse cenizas cerca del cráter, y que en los primeros días de noviembre aumentaron las emanaciones de gases, vapor de agua y dióxido de azufre.

Este comportamiento, combinado con los fuertes vientos característicos de la región, provocó que la ceniza se desplazara hacia Bardas Blancas y zonas de Malargüe, generando preocupación entre vecinos.

Su presencia llegó a más de 100 kilómetros de la zona del volcán.

Más información sobre el volcán Peteroa y menos preocupación

Embed - Imágenes del volcán Peteroa

A pesar del incremento reciente, el especialista fue claro: no hay señales que indiquen un riesgo para la población.

Sin embargo, comparó el fenómeno con un análisis clínico: aun cuando los estudios muestran valores normales, eso no impide que la persona pueda enfermarse.

Con los volcanes sucede algo similar: los sensores no advierten situaciones anormales, aunque siempre existe la posibilidad de un cambio repentino.

En ese sentido, insistió en mantener una conducta responsable: estar atentos, informados y preparados, sin entrar en pánico.

Qué puede pasar con el volcán Peteroa

Aunque no se descarta un aumento de actividad (como ocurrió en 2018 y 2019), García aseguró que esto no representa un riesgo inminente.

Recordó, además, que la actividad volcánica se mide en una escala del 1 al 8. En ese esquema, el volcán Peteroa hoy se ubica entre 1 y 3 puntos. Su último episodio de magnitud 3 ocurrió hace 1.500 años, y desde entonces no volvió a registrarse un evento de esa intensidad.

La actividad del Peteroa es monitoreada en forma permanente por el OAVV, con operativos constantes y sensores que analizan en tiempo real su comportamiento. En la actualidad, los informes se realizan cada 15 días en función de su comportamiento sísmico (habitualmente se hacían una vez por mes).

El mensaje oficial se puede sintetizar afirmando que el volcán Peteroa está activo, como lo ha estado en los últimos meses, pero no hay parámetros que indiquen que exista un peligro para las comunidades cercanas.

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