Cambio propuesto en el Congreso

Un científico mendocino explicó por qué Argentina vive una hora y media desfasada del sol

Roberto Rodríguez, investigador del Conicet, sostiene que el cambio de hora es necesario para alinear la vida social con el ciclo solar

Esta semana la Cámara de Diputados le dio media sanción a un proyecto de ley impulsado por el radical mendocino Julio Cobos que plantea realizar el cambio de hora oficial de Argentina, pasando del huso horario actual UTC -3 al UTC -4. La medida significaría atrasar los relojes una hora para ajustarse mejor a la posición geográfica del país.

Roberto Rodríguez, doctor en Medio Ambiente Visual e Iluminación Eficiente, investigador del Conicet Mendoza e integrante del equipo de la doctora Andrea Pattini en el Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (INAHE), explicó a Diario UNO que la corrección es necesaria porque la hora oficial no coincide con la solar.

Sin embargo, advirtió que la intención de la iniciativa aprobada por el Congreso debería centrarse en el bienestar de la población y no solo en un supuesto ahorro energético.

Julio Cobos
El proyecto de ley de Julio Cobos sobre el cambio del huso horario obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación.

El proyecto de ley de Julio Cobos sobre el cambio del huso horario obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación.

Un mediodía que no llega "al mediodía"

"El mediodía solar real en Mendoza ocurre a las 13.30, no a las 12 como marcan los relojes. Eso significa que vivimos permanentemente desfasados respecto al ciclo natural del sol”, explicó Rodríguez.

Ese desfasaje se repite en gran parte del país, y es la consecuencia de que Argentina utilice desde hace décadas un huso horario que no le corresponde.

El investigador señaló que este desacople entre la hora solar y la hora civil no es solo un detalle técnico: "Los seres humanos evolucionamos como animales diurnos, con el sol como único iluminante. Nuestro reloj biológico se sincroniza todos los días con la luz. Si la hora civil no acompaña ese ritmo, aparecen problemas de sueño, de atención y de salud en general”.

El límite del argumento energético

Si bien el proyecto de ley de Julio Cobos menciona la posibilidad de reducir el consumo eléctrico, Rodríguez fue claro en marcar que el cambio de hora no resolverá por sí solo el problema energético.

"No vamos a ahorrar mágicamente por correr una hora el reloj. Hoy tenemos tecnologías de iluminación muy eficientes, como los LED, que hacen que el consumo sea bajo. El gasto principal está en los hábitos: aire acondicionado, calefacción, pantallas. Ahí es donde se juega la diferencia”, remarcó.

En ese sentido, el especialista sostuvo que el debate debería apuntar más a la salud y la calidad de vida que a las estadísticas de consumo. "Necesitamos sincronizarnos con la hora solar, no solo para aprovechar mejor la luz sino para estar más alineados con nuestro reloj biológico”, agregó.

Mapa huso horario -4
Como muestra la flecha amarilla sobre el mapa, el huso horario para Argentina es en -4, el -3 está ubicado, a la altura de nuestro país, en el océano Atlántico.

Como muestra la flecha amarilla sobre el mapa, el huso horario para Argentina es en -4, el -3 está ubicado, a la altura de nuestro país, en el océano Atlántico.

Contra el "ida y vuelta” del reloj

Uno de los puntos que más preocupa a los especialistas es el artículo 2 del proyecto que plantea la posibilidad de volver a adelantar la hora en la temporada estival, emulando el llamado "horario de verano”.

Rodríguez se mostró contrario a esa opción: "No tiene lógica atrasar el reloj en invierno para luego adelantarlo en verano. Esa práctica ya está siendo descartada en muchos países porque genera más perjuicios que beneficios”.

De hecho, recordó que la Unión Europea busca eliminar este sistema y que México lo descartó en 2022. "Cada vez que se cambia la hora de manera brusca aumentan los infartos, los accidentes viales y los problemas de sueño. Es como provocar un jet lag forzado en toda la sociedad”, ejemplificó.

Argentina ha modificado su huso horario varias veces a lo largo de su historia. "En 1920 se estableció el -4, que es el que nos corresponde. En 1930 se incorporó el -3 para el verano. Y en 1969 se dejó fijo ese horario, que es el que seguimos usando. Incluso hubo momentos en que llegamos al -2, algo totalmente alejado de la realidad solar del país”, repasó Rodríguez.

El investigador señaló que la tendencia de cambios constantes solo ha contribuido a la confusión. "Lo correcto sería fijar un huso horario acorde a nuestra geografía y sostenerlo en el tiempo. Los países necesitan estabilidad en estas decisiones, no modificaciones cada pocos años”, enfatizó.

Aprender a dormir sin luz

El desfasaje horario repercute sobre todo en la vida cotidiana de las personas. "Cuando los chicos entran a la escuela en invierno, lo hacen de noche. Lo mismo ocurre con miles de trabajadores. En cambio, si atrasamos una hora, esas actividades se harían con luz solar, lo que favorece la atención, el aprendizaje y el rendimiento físico y cognitivo”, explicó Rodríguez.

El especialista subrayó que dormir bien y en sincronía con el ciclo natural de luz y oscuridad es clave para la salud. "Estamos en una sociedad que no descansa y eso se traduce en más estrés, más enfermedades y hasta en peores decisiones colectivas. Vivir más cerca de la hora solar sería un paso hacia una vida más saludable y equilibrada”, concluyó.