Corta tu cabello regularmente
Para tener un cabello sano y eliminar las puntas dañadas y abiertas, lo recomendable es cortar el cabello cada tres meses. En lo posible quitar varios centímetros o todo lo que veas reseco y dañado.
Protege el cabello del sol y el agua de las piscinas
La exposición prolongada al sol y al agua de las piscinas, no solo es mala para la piel. El cabello sufre daños notables cuando pasa mucho tiempo bajo el sol, se reseca y produce la aparición de caspa y grasa molesta. Lo ideal es colocarse un sombrero o pañuelo. En el caso de las piscinas, normalmente contienen cloro u otros químicos malos para el cabello. Evita mojarlo o no lo hagas durante mucho tiempo.
Utiliza mascarillas hidratantes para el cabello
Existen mascarillas especialmente creadas para hidratar el cabello desde el cuero cabelludo. Para garantizar el efecto de las mascarillas, es recomendable colocarlas cada 15 días y retirar el excedente con champú una vez que finaliza el tratamiento.
Peina tu cabello con amor
La clave es tener paciencia y cariño al momento de cepillar tu cabello. Hazlo despacio, primero desde las puntas y luego desde arriba hacia abajo. Evita tirones y nudos innecesarios. También, es importante que tengas en cuenta tu tipo de cabello para ver si es mejor cepillar con peine o cepillo.
Bebé agua y presta atención a tu alimentación
La alimentación e hidratación del cuerpo son muy importantes para nutrir el cabello desde adentro. Los mejores alimentos para el cabello son los ricos en vitamina B12, cobre, hierro, zinc, minerales y biotina. El agua es la responsable de la hidratación de la piel, cabello y uñas. Intenta beber por lo menos dos litros de agua al día.
Truco casero: mi secreto para un cabello sano y natural
Siguiendo dos recomendaciones muy simples, vas a notar cambios en tu cabello a los pocos días. Cuando descubrí este truco casero, nunca más volví a cometer viejos errores en el lavado de mi cabello. A continuación te dejo estos dos consejos simples y eficaces para el cuidado del cabello.
- Lava el cabello con agua fría o templada, jamás con agua caliente. El agua a temperatura muy alta daña notablemente la fibra capilar, ocasionando quiebre y resecamiento. Además, es muy mala para el cuero cabelludo, puede hasta quemarlo progresivamente.
- Lava tu cabello en el lavamanos, nunca bajo la ducha. Esta recomendación me cambió la vida, dese que comencé a lavar mi cabello en el lavamanos, sin un chorro intenso de agua sobre mi cabeza, comenzó a caerse menos, mucho menos. Además, desperdicias menos agua y puedes aprovechar para masajear tranquilamente el cuero cabelludo.