Tres amigas, un tablero de Ouija y una historia que difícilmente las protagonistas, sus familias y la Policía haya podido olvidar: el expediente Vallecas. Hace más de 30 años tuvo lugar un hecho que, hasta el día de hoy, no ha tenido una explicación que satisfaga a nadie, que sigue dejando más dudas que certeza y que, incluso, inspiró a una película que se puede ver en Netflix.
Estefanía Gutiérrez Lázaro tenía 18 años cuando, en el barrio de Vallecas, en el Instituto de Bachillerato Santa María del Carmen, se le ocurrió jugar a la Ouija con dos amigas en el sótano del colegio. Ese día fue el inicio de todo.
El poltergeist de Vallecas
La Ouija es uno de los tantos juegos que provocan mucha curiosidad. La posibilidad de hablar con fantasmas, muertos u otros seres es algo que causa tanta fascinación como miedo. Entre esos dos sentimientos debe haber transitado Estefanía con sus amigas, cuando decidieron comprar el tablero de Ouija y bajar al sótano del colegio religioso al que asistían.
Incluso, puede ser que las tres amigas hayan visto el hecho como una transgresión contra las normas impuestas por su colegio, pero lo cierto es que después de ello, todo cambio.
Al poco tiempo de haber empezado a jugar y supuestamente convocar a un ser, fueron interrumpidas por una profesora que rompió el tablero. Según los creyentes en la Ouija, esto puede haber provocado que ese ser con el que hablaban quedara "atado" a Estefanía.
Coincidencia o no, la adolescente comenzó a sufrir problemas de salud, convulsiones, alucinaciones y comportamientos extraños. La familia la llevó a atender, pero ningún médico logró dar con un diagnóstico exacto. El 14 de julio de 1991, la chica falleció en el Hospital Gregorio Marañón. Su muerte fue calificada como "muerte súbita y sospechosa".
El Expediente Vallecas
Sin embargo, los problemas no terminaron con la muerte de Estefanía. Según consta en el expediente policial, a partir de ese momento, su familia comenzó a vivir un infierno parecido a una trama de película de terror.
Según la familia, desde la muerte de Estefanía, comenzaron a sentir ruidos y golpes en las puertas y paredes, los placares se abrían solos, algunos objetos se movían de lugar, los crucifijos ubicados en las paredes se daban vuelta o se caían. Pero entre lo que más asustaba eran las sombras y las figuras que a veces se podían ver y una foto de Estefanía que, en 1993, se quemó sola y lo único que se dañó fue su rostro.
Sin embargo, a fines de noviembre 1992 fue cuando todo cambió. Ese día, Concepción Lázaro, la madre de Estefanía, llamó aterrorizada a la Policía. Al lugar acudieron el subinspector José Pedro Negri y otros agentes. Cuando llegaron, se encontraron a toda la familia con mucho miedo. Lo que encontraron en la vivienda, no pudieron explicarlo.
Según el informe policial, los miembros de la Policía escucharon un fuerte golpe en una habitación y observaron como la puerta de un armario se abría y se cerraba sin explicación. Asimismo, en el informe consta que escucharon una voz femenina proveniente del baño, pero no había nadie allí. También encontraron una sustancia viscosa que no pudieron identificar y algo que también resaltaron fue el descenso brusco de temperatura que sintieron en la vivienda.
Si bien, los detractores de lo paranormal aseguran que el dolor de la familia puede haber provocado una histeria colectiva que los llevó a interpretar ruidos y movimientos de otra manera, e incluso plantearon algunas hipótesis, el hecho de que haya un informe policial en donde se reconoce que hubo sucesos inexplicables hace de este hecho, algo totalmente diferente y misterioso.
El caso Vallecas llevado al cine
Lo ocurrido con Estefanía Gutiérrez Lázaro fue tomado para hacer la película "Verónica", estrenada en 2017 y disponible en Netflix. En ella se cuenta gran parte de la historia, aunque se toman algunas licencias narrativas para acortar los tiempos y darle un formato más visible.
No obstante, el hecho de esta película provocó, en su momento, un nuevo interés en lo ocurrido con el expediente Vallecas y muchos descubrieron que un expediente policial reconoce la existencia de hechos inexplicables relacionados con la familia de Estefanía.






