Según había adelantado Fondebrider, las muestras serán trasladadas mañana al continente en un vuelo privado para ser analizadas en el laboratorio que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) posee en la ciudad de Córdoba.
En Córdoba, se realizarán los procesamientos y cruzamientos de información entre los perfiles genéticos de las muestras y las aportadas por familiares en el proceso de 2017, en un trámite que podría extenderse durante 2 o 3 semanas.
El avión -un Learjet 60 de la empresa ISMA Group, contratado por AA2000- despegó esta mañana desde el aeropuerto de San Fernando, con destino a la aeroestación de lMount Pleasant, en las islas, donde se embarcará Fondebrider con las muestras y se dirigirá en un vuelo directo -de aproximadamente 3 horas- hacia la capital cordobesa.
En el vuelo también son trasladadas tres placas para ser colocadas en el cementerio de Darwin: son las correspondientes a Néstor Osvaldo Pizarro, Ramón Antonio Meza y Juan Carlos Baldini, cuyos restos fueron identificados en el proyecto humanitario del 2019.
Soldados de Malvinas (2).jpg
Los trabajos de campo en Darwin se desarrollaron cuatro años después del primer proyecto, que permitió identificar a 115 soldados argentinos gracias a las muestras de sangre aportadas por sus familiares, luego de haberse exhumado 122 cuerpos de 121 sepulturas.
A diferencia del trabajo realizado en 2017, cuando fueron exhumadas las tumbas no identificadas, con la denominación "Soldado argentino solo conocido por Dios", en este caso la labor se centró solo en una tumba colectiva –la denominada C 1 10- ubicada en Darwin, cerca de la cruz mayor que preside el camposanto.
Esta tumba múltiple no había sido incorporada en el primer proyecto ya que no se trataba de una sepultura anónima: una placa colocada en 2004, cuando el cementerio fue remodelado, consignaba que en esa fosa se encontraban los restos del alférez de Gendarmería Julio Sánchez, y de los soldados de Fuerza Aérea Héctor Aguirre, Luis Sevilla y Mario Luna.
Pero, cuando hace cuatro años se exhumaron las tumbas anónimas, se comprobó que esos tres soldados se encontraban enterrados en otras tres sepulturas individuales que habían permanecido anónimas hasta ese momento, por lo que se hizo necesario esclarecer la identidad de los restos sepultados en la tumba C 1 10.
El informe realizado por el coronel británico Geoffrey Cardoso, que fue el encargado de recoger los cuerpos en 1982 y darles sepultura, daba cuenta de que en esa tumba múltiple colocó los restos encontrados tras la explosión de un helicóptero de Gendarmería, ocurrida el 30 de mayo de 1982 en Monte Kent.
El equipo del CICR también realizó trabajos en otra zona de las islas, denominada Caleta Trullo, para investigar la posible existencia de otros restos, a partir de una denuncia de un excombatiente británico, pero los resultados de las excavaciones dieron negativo.