Una villa tipo favela brasileña ha crecido en parte de la ruta que conduce a El Challao, por Avenida El Libertador, engrosada en los últimos años por la llegada de inmigrantes colombianos y venezolanos, que se han mezclado con población local y que se ha vuelto prácticamente incontrolable para el Estado.

Se trata de la villa San Cayetano, que llega hasta la orilla misma del camino y representa un peligro para los propios ocupantes de las miserables viviendas como para turistas y deportistas que son víctimas de asaltos.

La San Cayetano es un asentamiento aledaño al enorme conglomerado de barrios llamado la Favorita y que tiene una población melliza, llamada Tierras Altas, con idénticas características de pobreza extrema, ubicada detrás del abandonado autódromo General San Martín.

Desde la Policía y la Municipalidad de Capital reconocen que el San Cayetano es el más problemático de los asentamientos, con más casos de violencia, robos y narcomenudeo.

"Vivimos sufriendo", "nos falta todo", "no tenemos asistencia del Estado", son algunas de las frases más repetidas por las personas que viven allí, con la ruta de un lado y barranco del otro.

En San Cayetano no hay cloacas, agua, luz ni gas y en las pequeñas casuchas, la mayoría sin baño, viven más personas de las que caben

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En riesgo permanente

En el San Cayetano, ubicado a lo largo de unos 500 metros a la orilla de la calle que conduce hacia El Challao, los servicios directamente no existen y las construcciones son mucho más precarias. En lugar de ladrillos y cemento, lo que predomina son los palos y el nylon.

Allí los vecinos, que llegaron de  Las Heras, Guaymallén, Luján, y de  Colombia y Venezuela, aseguran que la Municipalidad ya les dijo que no les darán asistencia de ningún tipo para sus viviendas porque el objetivo es que todos se vayan de ese lugar.

El riesgo es aún mayor en esa zona, porque además de estar a la vera de una ruta muy transitada, en la que los vehículos toman velocidad y en la que un accidente podría desencadenar una catástrofe, del lado trasero de las casas hay un precipicio.

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"La luz la enganchamos y para calentarnos tenemos una estufa a leña. El agua la traemos en un balde y no tenemos baño, nos prestan los vecinos", graficó Norma Echeverría (40), que vive en una pequeña casa con su hijo de 4 años y su pareja.

Delante de la casa está la ruta y detrás, el vacío. Sin embargo, colocaron una reja para que el pequeño no pueda llegar y la mujer controla que tampoco salga hacia la calle.

"No nos prestan ayuda porque dicen en la Municipalidad que como estamos viviendo acá no nos pueden dar materiales. Ni siquiera nylon. La idea es que nos vayamos porque es peligroso". "No nos prestan ayuda porque dicen en la Municipalidad que como estamos viviendo acá no nos pueden dar materiales. Ni siquiera nylon. La idea es que nos vayamos porque es peligroso".

Norma Echeverría, vecina del asentamiento San Cayetano

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Vivir sufriendo

Lidia Rivau (43) vive hace casi tres años en el asentamiento Sierras Altas y asegura que a pesar de que muchas veces fueron visitados por personas de distintas áreas de la Municipalidad, "nunca hicieron nada de lo que prometieron".

"Yo vivo sola con mis dos hijos y pasamos muchas necesidades. Vivimos sufriendo porque ahora que viene el frío se corta la luz, y con el agua en el verano porque no tenemos y en invierno porque se congela", explicó la mujer, quien con el dinero que recibe de la Asignación Universal por Hijo (AUH) montó un pequeño quiosco con el que puede subsistir.

Lidia contó a Diario UNO que por una situación de violencia de género escapó de su casa del barrio Nueva Generación de La Favorita con destino a San Luis, pero que decidió volver y que compró ese terreno a $10.000.

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Otra vecina del mismo barrio, Yanina Yacante (25), quien también vive hace aproximadamente tres años en el asentamiento, explicó que para conseguir agua tienen una manguera comunitaria de la que todos se sirven, y para calentarla o calefaccionarse utilizan garrafas. En cuanto a la luz, casi todas las casas tienen conexiones clandestinas.

"Me gusta tener mi casa propia, pero tenemos muchas complicaciones. Todos los días tenemos que salir a juntar agua de una manguera. Ahora que se viene el invierno todos los días se corta la luz". "Me gusta tener mi casa propia, pero tenemos muchas complicaciones. Todos los días tenemos que salir a juntar agua de una manguera. Ahora que se viene el invierno todos los días se corta la luz".

Yanina Yacante, vecina del asentamiento Cierras Altas

Otra de las complicaciones es la movilidad, ya que los colectivos no llegan y para llevar a sus hijos a la escuela deben hacerlo caminando. Además, a la barriada no llega la recolección de residuos, por lo que en los alrededores hay pequeños basurales.

"Yo vivo acá con mi marido y mis dos hijos, una nena de 4 y un varón de 5. Nosotros vivíamos en La Favorita en el barrio Nuevo Amanecer, pero nos vinimos para acá porque tuvimos familia y elegimos este lugar porque fue el lugar que conseguimos para comprar el lote", explicó.

Su vivienda, como la gran mayoría del asentamiento, está construida en gran parte de material, con ladrillos y cemento, complementada con algunas chapas.

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Inseguridad y violencia de género

Las autoridades de la Comisaría 59, que está compuesta por 37 policías, dijeron que en general la situación de La Favorita no es complicada, aunque reconocieron que en los asentamientos se agrava la inseguridad. Además, el principal delito que deben afrontar tanto en los barrios como en los asentamientos es el de violencia de género.

Por otra parte, salvo algunos enfrentamientos entre bandas, no se producen asaltos en la vía pública ni delitos contra la propiedad. Lo que sí existe es el narcomenudeo y otro problema es que muchas personas que cometen delitos utilizan el barrio para ocultarse.

Donde sí se producen robos es en la zona del asentamiento San Cayetano y los que los suelen sufrir son deportistas que corren o andan en bicicleta por la zona. También tienen problemas en la playa de secuestros San Agustín, ubicada en el interior de La Favorita, con mucho robo de motos y autopartes de los vehículos.

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En San Cayetano está el mayor conflicto

La Favorita está ubicado al oeste de la Ciudad de Mendoza y lo componen 38 barrios establecidos y cuatro asentamientos ilegales, dos de los cuales están totalmente fuera de toda cobertura básica de servicios por parte del Estado municipal y provincial.

En total viven cerca de 36.000 personas, de las cuales unas 300 familias que fueron llegando de distintos departamentos y países pasan necesidades extremas.

Entre las dos barriadas, aunque las condiciones de las casas son diferentes, las necesidades son prácticamente las mismas y el reclamo de los vecinos es repetido: el Estado municipal no los asiste en sus necesidades básicas.

Desde la Municipalidad de Capital dijeron a Diario UNO que tanto en los barrios como en los asentamientos el Estado llega con asistencia, aunque reconocieron que la idea es que no se instalen más familias en terrenos ilegales y que en el asentamiento San Cayetano no brindan ayuda de infraestructura para las viviendas.

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"Es un tema mucho más profundo, porque la asistencia social, sanitaria y de educación está garantizada, pero respecto de lo edilicio y estructural es mucho más complicado por la manera en la que se inició ese barrio", dijo Natacha Eisenchlas, secretaria de Gobierno de la comuna.

La funcionaria aseguró que ese asentamiento es peligroso porque está el barranco de un lado y la vera de la ruta del otro. "Apenas se empezaron a instalar fuimos y les dijimos a los vecinos que no podían estar ahí", agregó.

Sin embargo, a diferencia de los otros asentamientos, en ese tienen un problema mayor y es que las personas que viven allí son más conflictivas. 

"Trabajamos en conjunto con la Policía porque es una zona muy transitada, pero hay casas en las que no dejan entrar al personal de asistencia social", detalló.

La idea de la comuna es que allí no se instalen más familias, aunque la geografía ya no parece permitir nuevas viviendas. Además, en el mediano o largo plazo, quieren relocalizar a esas familias en otra zona.

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Objetivo: que no sigan llegando familias

La Ciudad de Mendoza realizó durante 2018 un censo, a partir del cual identificaron la problemática de los asentamientos y a cuántas familias afecta. La idea ahora es que todas las personas incluidas en ese censo reciban asistencia del Estado, pero que ya no se sume más gente.

"Con los programas de urbanización estamos incluyendo a esas familias para que tengan los servicios. A los que están censados se les darán los servicios y atención municipal. A los que no, no, porque si no esto no va a parar y la Ciudad no puede crecer hacia el piedemonte", explicó Eisenchlas.

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El objetivo es que el programa de urbanización incluya al asentamiento Sierras Altas, aunque no al San Cayetano.

"El censo dio por congelada la habitación del lugar y no pueden llegar más usurpaciones. Si llega hoy una familia nueva no la dejamos ubicar, no les permitimos llegar. Sobre todo porque el sitio no admite más, no queda espacio". "El censo dio por congelada la habitación del lugar y no pueden llegar más usurpaciones. Si llega hoy una familia nueva no la dejamos ubicar, no les permitimos llegar. Sobre todo porque el sitio no admite más, no queda espacio".

Mario Isgró, secretario de Planificación, Infraestructura y Ambiente de la Ciudad

Por otra parte y para evitar que lleguen nuevas familias, la comuna sacó una ordenanza en la que declara a todo ese territorio área protegida. Esa herramienta es la que les permite accionar legalmente contra los que usurpen nuevos terrenos.

"Al declararlo área protegida podemos actuar y pedir a la fuerza pública que intervenga. Desde que está esa ordenanza, La Favorita creció en los últimos años mucho menos de lo que venía creciendo anteriormente", aseguró la secretaria de Gobierno.

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