La hipertensión arterial es un problema de salud que afecta a millones de personas en todo el mundo. Pero cuando la Presión arterial sube de manera repentina y excesiva, la situación puede convertirse en una emergencia que requiere atención.
La hipertensión arterial es un problema de salud que afecta a millones de personas en todo el mundo. Pero cuando la Presión arterial sube de manera repentina y excesiva, la situación puede convertirse en una emergencia que requiere atención.
Si estás viviendo tu rutina diaria y de repente sientes dolor de cabeza intenso, mareos o vértigo, zumbido en tus oídos, visión borrosa o puntos luminosos en la vista, dolor en el pecho, palpitaciones y hasta náuseas, entonces estás experimentando una subida de presión.
Si te ocurrió, deberás atenderte por un profesional. Pues se trata de una condición de salud que debe controlarse regularmente para conocer qué hacer si sube de golpe, porque cuando se dispara repentinamente puede provocar daños irreversibles en órganos vitales como el cerebro, el corazón, los riñones y los ojos.
Según la OMS, casi la mitad de las personas hipertensas no saben que lo son y esto aumenta el riesgo de padecer una crisis inesperada. Por esta razón, si notas alguno de estos síntomas y tienes un tensiómetro a mano, es importante medir tu presión arterial.
Se considera una crisis hipertensiva cuando los valores superan los 140/90 mmHg
Si tu tensión arterial se dispara de golpe, seguí estos pasos:
Permanece en reposo sentado o recostado en un lugar tranquilo, con la cabeza ligeramente elevada. Respira profundo y con calma. La ansiedad puede empeorar la situación.
No tomes medicación extra sin indicación médica. Si estás en tratamiento antihipertensivo, no dupliques la dosis por tu cuenta. Ten en cuenta de controlar la presión cada 15-20 minutos. Si los valores siguen muy elevados o los síntomas empeoran, no esperes más y ve al médico de urgencia.
Para prevenir futuras subidas de tensión tenés que mantener una dieta baja en sal y rica en frutas, verduras y alimentos frescos. Hacer una actividad física regular, al menos 30 minutos al día, es clave, al igual que la dieta.
El consumo excesivo de alcohol y de los cigarrillos perjudica los síntomas y agrava tu salud. Para ello deberías controlar tu presión periódicamente, especialmente si ya tienes diagnóstico de hipertensión.