Numismática

Remuneran 19 millones de dólares al feliz propietario de esta curiosa moneda

Los coleccionistas de monedas dedican años a buscar ejemplares únicos. En el mercado de Estados Unidos, algunas piezas llegaron a venderse por millones de dólares

La numismática surgió como una forma de preservar y estudiar las distintas formas de pago que existieron a lo largo de los siglos. Desde pequeñas monedas de metal hasta modernos billetes digitales, el dinero evolucionó junto con las civilizaciones que lo crearon.

Los coleccionistas más experimentados saben que cada pieza esconde una historia única. Algunas monedas cuentan el desarrollo de imperios completos, otras reflejan crisis económicas que cambiaron el rumbo de países enteros. El mercado de Estados Unidos se destaca por tener ejemplares que alcanzaron precios sorprendentes.

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Una moneda de oro que vale millones

El Double Eagle de 1933 se convirtió en una leyenda entre los coleccionistas. Esta pieza de oro de 20 dólares alcanzó un valor estimado de 18.9 millones de dólares, según publicó la revista Smithsonian. Su diseño muestra la figura de la Libertad sosteniendo una antorcha y una rama de olivo, símbolos que representan la identidad estadounidense.

El reverso de la pieza exhibe un águila en pleno vuelo, con los rayos del sol de fondo. Las inscripciones "UNITED·STATES·OF·AMERICA", "TWENTY·DOLLARS" e "IN·GOD·WE·TRUST" completan el diseño que cautivó a los expertos en numismática.

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Numismática e historia: la rareza marcada por la crisis

El contexto histórico convirtió al Double Eagle en una rareza. En 1933, durante la Gran Depresión, el presidente Franklin D. Roosevelt prohibió que los ciudadanos tuvieran oro en su poder. La medida forzó a la población a entregar sus monedas doradas a cambio de otro tipo de dinero.

La orden presidencial provocó que casi todas las piezas acuñadas ese año se fundieran. Las pocas que sobrevivieron se transformaron en tesoros codiciados por los coleccionistas más importantes del mundo. La escasez extrema elevó su valor hasta niveles que ningún experto imaginó en aquella época.

El mercado de Estados Unidos guarda otras joyas numismáticas valiosas. Los comerciantes especializados organizan subastas donde las piezas más raras alcanzan precios altísimos. La pasión de los coleccionistas mantiene vivo un negocio que mueve millones de dólares cada año.