Después de su fundación en el año 2019 y un rápido ascenso, en conjunto con una caída repentina, la empresa Liberated Brands anunció que se declaró en quiebra de acuerdo con el Capítulo 11 de la ley de los Estados Unidos.
Después de su fundación en el año 2019 y un rápido ascenso, en conjunto con una caída repentina, la empresa Liberated Brands anunció que se declaró en quiebra de acuerdo con el Capítulo 11 de la ley de los Estados Unidos.
Hasta hace poco, esta compañía operaba a grandes marcas de ropa urbana inspiradas en el skate y el surf, como lo son Quiksilver, Billabong y Volcom. Según argumentaron, el motivo principal se debe a que los clientes eligen competidores de "moda rápida".
El pasado domingo, Liberated Brands solicitó protección judicial en Delaware, afirmando que tiene la intención de cerrar sus tiendas como parte de una reducción de sus operaciones en Norteamérica.
La intención de la empresa es la de vender sus negocios internacionales y cerrar sus oficinas corporativas, despidiendo a miles de empleados de manera instantánea con deudas que van de los 100 a los 500 millones de dólares.
Para financiar la bancarrota que se viene, la compañía ha solicitado un préstamo de nada menos que 35 millones de dólares, enumerando más de 100 millones pasivos en su petición.
La suerte de Liberated, según su propio dueño, cambió cuando los efectos de la pandemia disminuyeron y las tasas de interés comenzaron a aumentar, lo que resultó en una menor demanda de sus productos.
En este caso, y a diferencia de otras compañías, Liberated había crecido en la pandemia, etapa en donde los ingresos aumentaron de 350 millones de dólares en 2021 a 422 millones de dólares en 2022.
Este crecimiento permitió el comenzar a trabajar con más marcas de ropa como Billabong, Quiksilver, Roxy y RVCA. Sin embargo, pese a todo el crecimiento, esta declaración de bancarrota pone fin al rápido ascenso y posterior caída repentina de una compañía que recientemente seguía operando con marcas icónicas.