Cualquier persona que busque combinar elegancia y naturaleza en casa deberá tener una maceta con una sansevieria o lengua de suegra. Esta hermosa planta aporta un plus a la ornamentación del hogar y también, dependiendo de su posicionamiento y de las prácticas que realicemos con ella, nos ayudará a ahuyentar malas vibras y atraer buena suerte.
Qué significa y para qué sirve espolvorear una pizca de sal en la maceta de la sansevieria o lengua de suegra
La sal no impulsa el crecimiento de la sansevieria o lengua de suegra, pero sí nos puede ayudar a bloquear las malas energías
¿Por qué tenés que espolvorear sal en la sansevieria o lengua de suegra?
La sal no es un ingrediente que promueva el crecimiento de las plantas, pero sí cuenta con un poder energético que actuará como un escudo protector, cuidando a todas las personas que habiten dentro del hogar.
Recordemos que de por sí la sansevieria es un ejemplar valorado por el Feng Shui gracias a sus propiedades energéticas. De hecho, es considerada una planta purificadora de energía que ayuda a limpiar y renovar el Chi en el ambiente.
Además, las hojas puntiagudas y verticales de la lengua de suegra simbolizan la protección, actuando como flechas defensivas que protegerán el espacio de energías negativas. Y acá es en donde entre en juego la sal, ya que se trata de un ingrediente que potenciará las vibras protectoras.
La sal es un potente purificador y un escudo protector contra las influencias no deseadas, especialmente la envidia. Con este ingrediente lograremos limpiar energéticamente el hogar, colocando una pequeña pizca en la maceta de la sansevieria o lengua de suegra. Es crucial, luego de esto, colocar la planta en la entrada de casa, así protegeremos la vivienda de todas las vibras del exterior que pueden ingresar al lugar en donde habitamos.
Lo único que debemos tener en cuenta es medir las cantidades de sal. Se recomienda solamente una pequeña pizca de este ingrediente ya que en exceso podríamos dañar la planta. El sodio afectará a las raíces, resecándolas y causándole la muerte a la sansevieria o lengua de suegra. Por esta razón, tampoco debemos regar la suculenta en cuanto ponemos en práctica el truco energético.






