El ejercicio intenso puede agotar las reservas de glucosa, causando mareos, debilidad y fatiga. Es decir, esto se traduce como un bajón de azúcar en sangre.
Otra de las cosas que puede llevar a los mareos es el mal control de la respiración durante el ejercicio. Sucede que se reduce el suministro de oxígeno al cerebro, causando incluso una disminución en la visión.
Superar los límites físicos puede llevar a mareos, náuseas y otros síntomas. Como si fuera poco, este hecho ha sido reclamado al usar algunas máquinas al hacer ejercicio, como la cinta de correr, y esto es simplemente por falta de costumbre.
Qué hacer para prevenir los mareos durante el ejercicio
- Hidratación adecuada: bebe suficiente agua antes, durante y después del ejercicio, es fundamental.
- Alimentación: come un refrigerio ligero con carbohidratos complejos y proteínas magras una hora antes del ejercicio, puede ayudar a prevenir la hipoglucemia.
- Respiración: presta atención a la respiración y mantiene un ritmo constante durante el ejercicio, es importante.
- Aumento gradual de la intensidad: evita esfuerzos excesivos, especialmente al comenzar una nueva rutina de ejercicios.
- Escuchar al cuerpo: presta atención a las señales de advertencia del cuerpo y pare si se siente mareado.
- Descanso: si se siente mareado, tómese un descanso y siéntese o acuéstese hasta que se sienta mejor.
- Controlar la temperatura: evita el ejercicio en ambientes calurosos o húmedos, o tomar medidas para enfriar el cuerpo.