caminar cabizbajo (1)
Hay una verdad muy cierta y es que cuando la boca calla, el cuerpo y nuestros gestos hablan
Cada persona actúa de diferente manera, pero siempre hay patrones o actitudes sociales que se repiten porque forman parte de una serie de señalizaciones universales que se usan para comunicar sin tener necesidad de hablar.
Qué significa caminar y mirar el piso, según la psicología
Según especialistas en psicología del comportamiento, la manera en que caminamos y hacia dónde dirigimos la mirada es un lenguaje no verbal cargado de información. Cuando alguien camina mirando el suelo, puede estar transmitiendo:
- Falta de confianza o inseguridad: la persona evita el contacto visual del mundo, de lo externo, de lo ajeno y busca refugiarse en sí misma. Esto suele ocurrir cuando hay problemas de autoestima y la mirada del otro siempre resulta como crítica.
- La persona tiene pensamientos profundos: esto puede significar que está concentrada en sus ideas, reflexionando o resolviendo un problema. Debatiendo consigo misma.
- Cansancio emocional, tristeza e incluso depresión: la postura encorvada y los ojos fijos en el suelo son rasgos comunes en quienes atraviesan momentos de desánimo, apatía o desesperanza.
caminar cabizbajo (2)
Es por muchas razones que caminar cabizbajo puede indicar que la persona internamente no está del todo bien
- Deseo de pasar desapercibido: quienes no quieren llamar la atención suelen evitar mirar al frente para no interactuar con los demás.
- Está procesando sus emociones: cuando una persona está atravesando una situación intensa, como recibir una noticia impactante, bajar la mirada puede funcionar como un mecanismo automático del cerebro para ganar tiempo y asimilar lo ocurrido.
- De acuerdo con el blog "No verbal", bajar continuamente la mirada puede indicar incredulidad
El impacto en la autoestima y las relaciones sociales
La psicología señala que mantener la cabeza baja de manera constante puede reforzar sensaciones de vulnerabilidad y aislamiento. En cambio, levantar la mirada y caminar erguido contribuye a mejorar la seguridad personal y la percepción que otros tienen de nosotros.
Sin embargo, no todo es negativo. Muchas veces esta forma de caminar también puede estar vinculado a momentos de concentración, precaución o incluso timidez natural. Lo importante es observar si se trata de un hábito ocasional o de una conducta repetida que acompaña a emociones negativas persistentes.