Muchas veces los dueños o dueñas de perros suelen darle huesos a su mascota sin conocer los riesgos que puede implicar. Si eres uno de ellos, quedate en esta nota para conocer qué cuidados debes tener y sobre todo qué hacer si se come un hueso de pollo, que es el más peligroso.
Cuando un perro come un hueso de pollo, muchos dueños que no están acostumbrados a darle ese tipo de alimento, entran en pánico. Y no es para menos: aunque parezcan inofensivos, los huesos cocidos pueden astillarse con facilidad y causar graves lesiones internas. Por eso, saber cómo actuar de inmediato puede marcar la diferencia entre un susto, una tragedia o una emergencia veterinaria.
Por qué los huesos de pollo son peligrosos para las mascotas
Los huesos de pollo, especialmente los cocidos, se rompen en fragmentos filosos que pueden dañar la garganta, el esófago o el intestino, puede provocar obstrucciones intestinales e incluso generar hemorragias internas o perforaciones.
A diferencia de los huesos crudos grandes como los de vaca u otro animal que son más seguros, los de ave, por ejemplo, tampoco son seguros para el sistema digestivo canino.
Qué hacer si tu perro comió un hueso de pollo
A pesar de nuestros mejores esfuerzos, los perros a veces comen cosas que no deberían, y puede ser peligroso si comen un hueso de pollo. Estos pequeños huesos pueden astillarse y suponer un riesgo de asfixia o incluso la muerte si se atascan en la garganta del perro.
Si tu perro alguna vez come un hueso de pollo, es importante mantener la calma y seguir los pasos adecuados para ayudarlo. Estos son algunos consejos:
- Si está entrenado, decile a tu perro que lo suelte
- No intentes provocar el vómito de tu perro, ya que el hueso de pollo podría atascarse en la garganta
- Saca el hueso de su boca si es posible
- Si has oído que debes darle a tu perro bolitas de algodón empapadas en leche o aceite de oliva, si come un hueso de pollo, no lo creas, no son seguras
- Asegurate de que tu perro no se esté ahogando
- Llama a un veterinario
- Dale pan y agua
- Si el perro muestra dificultad para respirar o tragar, sangre en las heces o vómitos, abdomen hinchado o doloroso, letargo o falta de movimiento, llévalo a Urgencias. Cuanto antes sea atendido, mayores son las probabilidades de evitar complicaciones graves.
Para prevenir futuros accidentes, no le des huesos cocidos, de pollo o pescado. Supervisá siempre sus comidas y optá por snacks dentales seguros o juguetes masticables diseñados para perros.





