Paso a paso: cómo evitar que una planta se seque
Para salvar una planta que se está secando, la primera tarea que debes realizar es la de la poda. Usa unas tijeras o podadora para cortar todas las ramas, hojas y flores secas y marchitas.
Esto ayuda claramente a que la planta no gaste energía en otras partes donde no merece la pena, ya que no van a recuperarse, y se concentre específicamente en las áreas que están sanas.
Luego de la poda, es momento de trasplantar el ejemplar a un sustrato nuevo. En esta parte del truco, los pasos a seguir son los que se muestran a continuación:
- Saca la planta de la maceta: retira con cuidado el cepellón (la masa de tierra y raíces) para inspeccionar las raíces.
- Cambia el sustrato: saca la tierra vieja y compacta, y reemplázala por un sustrato nuevo, fresco y ligero. Asegúrate de que el sustrato tenga un buen drenaje para evitar el encharcamiento.
- Revisa las raíces: elimina cualquier raíz que esté negra, blanda o podrida.
poda, truco
La poda es fundamental para evitar que una planta se seque por completo.
Por último, lo que tendrás que hacer es ajustar a fondo la hidratación de la planta, modificando también algunas cuestiones como su ubicación.
Coloca la planta en un recipiente con agua tibia (no fría) durante unos 10 a 15 minutos, para que la tierra absorba la humedad de abajo hacia arriba. Puedes pulverizar las hojas con agua de vez en cuando para aumentar la humedad ambiental y ayudar a la planta a recuperarse.
La planta en cuestión debe de estar ubicada en un lugar con luz indirecta y evitando el sol, ya que la luz del mismo puede ser altamente perjudicial.
Algo importante que debes tener en cuenta es que siempre deberás tener paciencia, ya que la recuperación de cualquier planta seca puede durar semanas.
Qué abono orgánico usar para evitar que una planta se seque
Para evitar que una planta se seque, es fundamental usar abonos orgánicos que mejoren la retención de humedad del suelo, como el compost y el humus de lombriz.
Estos enriquecen la tierra de la planta, haciéndola más esponjosa y capaz de retener agua, lo que es vital para la salud del ejemplar y la prevención de la sequía.