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Durante años, la Torre Eiffel fue la torre más alta del mundo. Imagen: www.toureiffel.paris
La Torre Eiffel crece durante el verano
La torre fue construida de hierro forjado, también conocido como hierro pudelado. Se adapta a las diversas condiciones climáticas, viento, lluvia, heladas, frío y calor. Al igual que todos los metales, el hierro pudelado, es sensible a las variaciones térmicas, así que tiene diferentes reacciones a las temperaturas altas o bajas.
Generalmente, cuando suben las temperaturas en verano, es posible que la torre crezca un poco y esto se debe a la expansión térmica, un fenómeno físico. El calor provoca un aumento de volumen que hace que la torre Eiffel aumente unos milímetros.
La expansión también hace que este monumento de París, se incline ligeramente hacia el lado opuesto al sol. El sol solo despliega sus rayos en uno de los cuatro lados de la torre, creando así un desequilibrio con los otros tres lados que permanecen estables, lo cual provoca que la Torre Eiffel se incline.
Por el contrario, cuando el clima se enfría en invierno, la contracción térmica de la estructura metálica está en marcha, y esto provoca que pueda perder algunos milímetros.
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La Torre Eiffel se expande en verano. Imagen: www.toureiffel.paris
Cabe destacar que los cambios de estado mencionados anteriormente son naturales e ínfimos, no ejercen ningún impacto en la solidez de la estructura y son absolutamente indetectables para los visitantes.