Las manchas en las paredes son un problema común en cualquier hogar: salpicaduras de comida, marcas de dedos, restos de humedad o suciedad acumulada con el tiempo. Si bien existen productos de limpieza para eso, cada vez más personas optan por un método económico, ecológico y muy eficaz: el bicarbonato de sodio.

Este ingrediente que suele estar en cualquier cocina se ha ganado un lugar entre los trucos caseros más populares gracias a sus múltiples propiedades. Pero, ¿por qué hay que poner bicarbonato en una pared manchada y para qué sirve realmente?

El poder del bicarbonato es increíblemente eficaz en el mundo de la limpieza profunda. Actúa como abrasivo suave y neutralizador de olores, lo que lo convierte en un aliado ideal para limpiar superficies sin dañarlas. En el caso de las paredes, ayuda a:

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Pared manchada con humedad

Pared manchada con humedad

  • Eliminar manchas superficiales y profundas (como grasa, humo o crayones).
  • Neutralizar olores en ambientes cerrados o húmedos.
  • Blanquear zonas opacadas por el paso del tiempo.
  • Desinfectar ligeramente la superficie afectada.

Además, no daña la pintura ni deja marcas, especialmente si se aplica correctamente.

Cómo usar bicarbonato de sodio para limpiar paredes

Para este truco necesitas 2 ingredientes: dos cucharadas de bicarbonato de sodio, un vaso de agua tibia y (Opcional) unas gotas de jugo de limón o vinagre blanco.

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Esta poderosa mezcla eliminará cualquier tipo de manchas

Esta poderosa mezcla eliminará cualquier tipo de manchas

Luego de juntar los productos requeridos, primero tenés que mezclar el bicarbonato con el agua hasta formar una pasta. Después aplica la mezcla sobre la mancha con una esponja suave o un paño.

Frota con movimientos circulares, sin ejercer demasiada presión y deja actuar unos minutos. Luego limpia con un paño húmedo para retirar los restos y seca la zona.

Este truco también es ideal para paredes manchadas con colores o fibras. Por ejemplo, cuando los esfuerzos artísticos de tu hijo acaben dispersos en la pared, frota ligeramente con una esponja húmeda espolvoreada con bicarbonato.

Además, el bicarbonato es especialmente útil contra la grasa y restos de comida, marcas de dedos o manos sucias, manchas de humedad superficial, restos de crayón o lápiz en habitaciones infantiles y también olores persistentes.

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