Cuidar una planta de bambú parece imposible y complicado, pero solo requiere de un poco de tiempo, paciencia y algunos trucos de jardinería.
Características y cualidades de la planta de bambú
La planta de bambú es una especie originaria de Asia, domesticada y empleada hace miles de años en los ambientes urbanos y hogareños. El bambú se caracteriza por sus tallos verdes vibrantes que pueden tener formas rectas o curvas; y sus pequeñas hojas verdes y tiernas.
China se considera la cuna de la planta de bambú. El país asiático emplea esta planta desde hace muchos años para ornamentar espacios, construir estructuras, con fines medicinales o para fabricar utensilios.
Existen muchas especies de bambú en el mundo, distribuidas en diversas partes y con necesidades específicas para cada ubicación geográfica y clima. La planta de bambú es leñosa, tiene tallos subterráneos y aéreos que crecen de manera indefinida y en distintas direcciones.
La planta de bambú prefiere los suelos directos, ya que necesita bastante espacio subterráneo para desarrollar raíces. En una maceta crece bien, pero requiere de más atención y cuidados. A continuación, te explico cómo estimular el crecimiento de la planta de bambú en el hogar.
Cómo cuidar una planta de bambú en el hogar: consejos de jardinería sencillos
- La planta de bambú está acostumbrada a la humedad y las lluvias, por eso necesita riego abundante.
- En el invierno hay que proteger la planta de bambú de las heladas con una cubierta de tela.
- Esta planta necesita un sustrato rico y nutritivo, sobre todo si está en una maceta. Le gusta mucho el nitrógeno en la tierra.
- Es una planta bastante resistente a las plagas y a las enfermedades, aunque los pulgones y los ácaros pueden afectarlas notablemente si no se combaten a tiempo.
- El bambú se tiene que podar, dependiendo de la especie y el tamaño. Las especies grandes no necesitan poda los primeros años de vida. Las plantas en maceta y los bambúes enanos se podan para aprovechar el espacio y evitar las ramas molestas.
- El bambú en maceta se trasplanta cada cierto tiempo para evitar la formación de rizomas en la tierra. Además, se cambia el sustrato en cada trasplante.







