Día a día, se registran decenas de llamadas al 911, es decir, a la Policía, pero en tono de broma o con información falsa. Esto, en algunas ocasiones, suele generar gastos innecesarios al Estado ya que se activa una intervención policial totalmente innecesaria. Y por eso, las leyes establece una importante multa y hasta días de arresto para los graciosos que cometan estos actos.