¿Lo sabías?

No habla del General: el origen de la frase "a cada chancho le llega su San Martín"

La frase es famosa y se usa mucho para citar cuestiones cotidianas. Hasta se piensa que el General San Martín tiene algo que ver, pero no.

Con frecuencia, usamos una frase continentalmente conocida para dar a entender que a todos les llega la hora de algo. “A cada chancho le llega su San Martín”, decimos, y creemos que el General Don José de San Martín tiene que ver con esa frase, pero no, nada que ver.

La frase en cuestión, en realidad, tiene conexión con la religión. Viene de Europa y con el protagonismo de San Martín de Tours, patrono de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Lo sabías?

En cuanto a lo que significa “a cada chancho le llega su San Martín” también podría interpretarse como “si pecaste, recibirás tu castigo”, aunque cada región de habla hispana le da un significado en particular, cada uno con sus cuestiones geográficas y culturales. Eso sí, todos vinculados a que la hora te llega.

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San Martín de Tours cortando su capa para ayudar a un mendigo.

San Martín de Tours cortando su capa para ayudar a un mendigo.

¿Por qué San Martín de Tours? Ocurre que el día de la festividad de este santo es el 11 de noviembre, en coincidencia con la época de matanza del cerdo en diferentes regiones de España, tal cual consigna el sitio educativo Billiken.

En ese marco, el sacrificio del animal podía retrasarse hasta la llegada de los días más frescos, por ser un clima propicio para la curación del jamón. Entonces se usaba el día de San Martín como referencia. Allí nació la frase al asociar estos dos acontecimientos, ya que por más que se retrase un poco, el destino siempre llega.

A todo esto, ¿Quién fue San Martín de Tours?

Nació en el Siglo IV en lo que hoy es Hungría. De familia romana, se convirtió al cristianismo siendo muy chico en contra de lo que esperaban de él.

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Otra pintura dedicada a San Martín de Tours.

Otra pintura dedicada a San Martín de Tours.

Cuenta la historia que cerca de la ciudad de Amiens encontró un mendigo que tenía mucho frío. Entonces, el soldado le dio la mitad de su capa. Se dice que esa noche San Martín de Tours soñó que Jesús le decía: “Martín, hoy me cubriste con tu manto”.

Inmediatamente, se decidió a predicar la palabra de Dios. En el año 371 lo nombraron obispo de Tours. Luchó siempre contra las costumbres paganas y murió en Candes, Francia, en el año 397, justamente el 11 de noviembre.

Además, unos siglos después de su fallecimiento, lo canonizaron por los gestos de caridad que había llevado adelante antes de ser obispo.

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