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Ni vinagre, ni jabón: el truco para dejar relucientes las ventanas de casa

Este truco para limpiar las ventanas de casa es desconocido por muchas personas. El paso a paso de cómo realizarlo, en la nota

Dentro de lo que es la limpieza del hogar, una de las tareas más difíciles y desgastantes suele ser la de dejar como nuevas las ventanas de casa. Para hacerlo, existe un sencillo truco que no todos conocen y puedes llevar a cabo.

Generalmente, la limpieza de las ventanas del hogar se realiza con productos químicos u otras soluciones, como el vinagre o el jabón líquido. Sin embargo, el secreto aquí es el uso del agua que sale de un electrodoméstico particular: el aire acondicionado.

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El agua del aire acondicionado puede ser utilizada para la limpieza.

El agua del aire acondicionado puede ser utilizada para la limpieza.

El truco para dejar relucientes las ventanas de casa

Siempre que el agua del aire acondicionado sea clara, libre de turbidez y suciedad, puedes utilizarla para limpiar las ventanas de casa. Sucede que el agua purificada no dejará manchas en los vidrios, siendo económica además de efectiva.

Al no tener cal ni otros químicos, es menos probable que el agua del aire acondicionado dañe o raye las superficies de los vidrios.

Todo lo que tienes que hacer es analizar el agua y, si está limpia, colocarla en un atomizador con el que puedas limpiar cada una de las ventanas en tu casa.

Limpiar ventanas
Con este truco, las ventanas de tu casa pueden quedar relucientes.

Con este truco, las ventanas de tu casa pueden quedar relucientes.

Por otro lado, es de suma importancia recalcar que no se recomienda consumir esta agua porque puede contener impurezas del aire o del propio aparato, como bacterias u hongos.

Paso a paso: cómo usar el agua del aire acondicionado para limpiar ventanas

  • 1. Recolecta el agua: abre el aire acondicionado y coloca un recipiente debajo del punto de drenaje para recoger el agua que se condensa.
  • 2. Verifica la calidad del agua: una vez que tengas el agua, observa si tiene partículas de polvo, hojas o cualquier tipo de suciedad. Si el agua está limpia, puedes usarla directamente.
  • 3. Depura el agua (si es necesario): si el agua contiene suciedad, puedes filtrarla usando un paño de tela para retener las partículas más grandes y que quede más limpia.
  • 4. Coloca el agua en un atomizador: transfiere el agua limpia a una botella con pulverizador o atomizador para facilitar su aplicación.
  • 5. Rocía las ventanas: pulveriza el agua directamente sobre la superficie de las ventanas.
  • 6. Limpia la superficie: pasa un paño de microfibra limpio o una esponja suave para esparcir el agua y limpiar la suciedad de las ventanas.