Jardinería

Ni jazmín ni lavanda: la planta de flores perfumadas, ideal para el jardín

Es una planta muy popular en los jardines, debido a su facilidad de cultivo y su belleza. Además, se distinguen de otras especies por su espectacular aroma

Las plantas ornamentales son un must para agregar en cualquier jardín e incluso en espacios interiores del hogar. Sin embargo, las especies perfumadas conquistan corazones por sus aromas que aportan un toque fresco y natural a la casa. A continuación, presentamos una planta que reúnes ambas cualidades.

Los narcisos, del género Narcissus, son plantas bulbosas nativas de las zonas templadas de Europa, Asia y África. Según los expertos de jardinería de Hogarmanía, se pueden cultivar en interiores como en exteriores.

Esta planta tiene flores bulbosas que florecen en primavera y presentan colores amarillos y blancos, con una corona central en forma de trompeta. Existen diferentes especies de narcisos, con diferentes tamaños, formas y colores, lo que los convierte en una flor muy versátil para la decoración.

Al igual que el jazmín y la lavanda, el narciso tiene flores perfumadas. Esta planta tiene un aroma intenso, pero no abrumador, de hecho es muy utilizado en la perfumería.

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Esta planta ornamental se puede cultivar en cualquier jardín. Imagen: Freepik.

Esta planta ornamental se puede cultivar en cualquier jardín. Imagen: Freepik.

Curiosidades de la planta de narciso

La planta de narcisos es bulbosa y esto significa que crece a partir de un bulbo subterráneo. Este almacena nutrientes que la planta utiliza para crecer y florecer, y también permite que sobreviva y vuelva a florecer al año siguiente.

El ciclo del narciso es el siguiente, los bulbos, que se mantienen todo el verano en estado latente, empiezan a desarrollar las hojas nuevas en otoño y, transcurrido un tiempo, a finales de invierno o principios de primavera, aparecen sus bellas flores.

Cómo y cuándo plantar narcisos

Para plantar un narciso es ideal esperar hasta el otoño, eligiendo un lugar soleado o de sombra parcial, con suelo bien drenado. Los bulbos se entierran a unos 10 o 15 cm de profundidad y se riegan moderadamente, evitando el encharcamiento. Una vez que florecen, es importante no podar las hojas, ya que estas ayudan a nutrir el bulbo para la próxima floración.

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