Salud

Mendoza registró una importante baja en la mortalidad infantil

En medio de la pandemia, Mendoza logró que se produjera una baja en este valor. Según el ministerio de Salud, el porcentaje de mortalidad infantil es el más bajo de la historia provincial

Durante el 2020, y en medio de la pandemia de coronavirus que pone en jaque al sistema sanitario, Mendoza obtuvo un logro: consiguió la cifra de mortalidad infantil más baja de la historia provincial, según aseguran desde el ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes.

Este valor es de 7,5 fallecimientos cada 1.000 nacidos vivos. Este número había sido de 8,1 durante el 2019.

La funcionaria manifestó que la tasa de mortalidad infantil es uno de los indicadores más importantes del estado de salud de la población. La TMI (tasa de mortalidad infantil) se estudia todos los años y luego de un periodo de tres años, se busca el análisis de la tendencia.

En 2020 se produjeron en esta franja etaria 47 muertes menos que en el 2019. En tanto, que el 75% de los fallecimientos ocurrieron en los primeros 27 días de vida. En cuanto a las causas, el 51% fueron perinatales, el 38% tuvieron que ver con malformaciones, el 3% de las causas fueron externas y el 1% infecciosas. En 2018, ese número había sido de 8 por cada mil nacidos vivos. En 2017, de 7,5, en el 2026, de 7,7.

En tanto en el 2016 fue de 7,7 el 2015 y 2014 se ubicó en 8,1. En el 2013, se registró una cifra alta, de 9,7 fallecimientos cada 1000 nacimientos.

En el 2012, hubo 9,7 muertes cada 1.000 habitantes, 9,6 en el 2011 y 11,4 en 2010.

Estrategias

Al respecto la directora de Maternidad e Infancia del gobierno de Mendoza, Mónica Rinaldi, mencionó las estrategias que se llevaron adelante para que se produzca una baja en las cifras de mortalidad infantil.

En primer lugar, destacó que todos los equipos prenatales que se ubican en cada una de las regiones sanitarias de Mendoza, realizaron grandes esfuerzos para atender de la mejor manera los embarazos en el territorio.

Otras estrategias que se pusieron en práctica fueron el fortalecimiento de la regionalización, el sostenimiento de los controles prenatales, la continuidad de los cuidados y para esto se garantizaron turnos para atención de la mujer y el niño o niña, desde el alta de maternidad.

Acerca de los consultorios de alto riesgo, manifestó que continuaron funcionado durante toda la pandemia.

Seguridad materno infantil

De los 23.464 nacimientos el 54% se realizó en efectores públicos y el 46% en privados. La tasa de prematurez del 6% y la tasa de extremo bajo peso al nacer es del 1,1%, este último grupo es el que más riesgo tiene de morir en el primer año de vida.

En lo que respecta a defunciones infantiles, fueron 176 en 2020, es decir 47 menos que en 2019. De este modo, la tasa de mortalidad queda en 7,5 por mil nacidos vivo.

En tanto, las defunciones maternas en 2020 fueron 8 y de éstas, 3 fueron por COVID-19, y el índice de mortalidad materna quedó en 3,4 por 10 mil nacidos vivos.

El 96% de los niños y niñas que nacieron en el 2020 lo hicieron en maternidades seguras. Lo que implica contar con anestesia permanente, servicio de obstetricia las 24 horas, sangre segura y posibilidad de hacer una cesárea de urgencia en cualquier momento.

Tanto la ministra de Salud, como la directora de maternidad e infancia indicaron que es importante que los niños prematuros nazcan en lugares con mayor complejidad, lo que ayuda a reducir la mortalidad y usar los recursos humanos de forma eficiente. En 2020 subió el porcentaje al 80,5% de nacimientos de prematuros en maternidades seguras del sector público y se evitó así tener que derivar a pacientes, lo que siempre implica un riesgo.

“La mortalidad posneonatal ha venido descendiendo y la mortalidad neonatal se ha mantenido estable. La curva de mortalidad infantil sigue descendiendo hace muchos años”, manifestó la directora de Maternidad e Infancia.

Motivos

Desde Salud mencionaron una serie de casusas relacionadas con la disminución de este flagelo social.

  • Control prenatal precoz, oportuno y adecuado.
  • Detección y derivación oportuna de alto riesgo.
  • Regionalización y categorización.
  • Atención de todos los nacimientos en maternidades seguras (CONE).
  • Atención de los niños menores de 1.500 g en maternidades 3B.
  • Inmunización de grupos de riesgo contra VSR.
  • Continuidad de cuidados desde la maternidad hasta atención primaria de la salud (alta conjunta).
  • Lactancia materna.
  • Implementación del Plan Provincial de Primera Infancia, que implica capacitaciones a docentes de SEOS (servicios educativos de origen social) y agentes sanitarios.

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