Según se informó desde un primer momento, los cuatro jóvenes se presentaron el jueves 18 de marzo en el hospital Scaravelli y se hicieron pasar por empleados del Centro de Prevención de Adicciones. Desde ese efector, Marta Hintuchi, quien coordina ese programa, confirmó a este diario que sí se vacunó en los últimos días a personal de su área, pero aclaró que se esto se hizo siguiendo todos los pasos establecidos.
“Nosotros no los conocemos, no pertenecen de ninguna manera a nuestro organismo y puedo asegurar que nunca estuvieron en la lista que presentamos para inmunizar a nuestros colaboradores”, dijo a Diario UNO. “No hay dudas, porque la nómina que se elevó fue muy breve: apenas seis personas, y no son ellos”, agregó.
Hintuchi explicó que fue notificada de las irregularidades apenas la cartera sanitaria tomó conocimiento y que rápidamente se pusieron a disposición de las medidas administrativas que se tomaron.
“Se remitieron sólo esos seis nombres. Por una cuestión de cercanía a sus domicilios, dos de ellos se vacunaron en el Gran Mendoza y los cuatro restantes lo hicieron en el Valle de Uco, pero todos correctamente y esperando sus respectivos turnos. Es más, creo que fueron de los últimos trabajadores de la salud en ser convocados a vacunarse. Los que hicieron esto son otras personas. La verdad es que no entendemos por qué pueden haberlo hecho”, completó.
La situación de la enfermera
Este jueves por la mañana, la agente que aplicó las vacunas fue evaluada y brindó su versión a las autoridades que investigan el hecho. “Tiene una trayectoria de muchos años en el hospital y lo más probable es que haya sido engañada en su buena fe”, explicaron trabajadores que comparten tareas con ella.
Desde el martes está separada del operativo de vacunas, pero sólo a fines de que avance la investigación y puedan establecerse las causas concretas de lo ocurrido, lo que no significa que no pueda desempeñarse en otras áreas del nosocomio.
Su situación dependerá de lo que defina la revisión administrativa y de lo que pueda pasar en materia judicial si es que se sigue avanzando en ese sentido. “Tenemos que hablar con certezas y no con suposiciones, porque la investigación está en curso”, explicó Rodolfo Guillén, coordinador regional de Salud del Valle de Uco, quien además expresó su malestar con los “colados”.
“Lo que es seguro es que se trató de un hecho aislado y que estas cuatro personas hicieron un daño muy grande al operativo, porque vienen a empañar una tarea que viene siendo exhaustiva y que tiene muchísimo compromiso por parte de los profesionales. Todos están trabajando a destajo y, a veces, hasta fuera de horario para vacunar a la población, por eso genera tanto enojo”, afirmó.
La investigación avanza y en los próximos días habrá definiciones. Si queda establecido que los jóvenes mintieron para poder quedarse con vacunas que no les correspondían, deberán brindar explicaciones a la Justicia.