Con respecto al tamaño, tienes que saber que tanto el diámetro y la altura deben ser proporcionales, permitiendo que las raíces de la planta se desarrollen tanto a lo largo como a lo ancho.
El drenaje también es fundamental. La maceta que elijas debe tener distintos orificios para evitar el encharcamiento y la pudrición de las raíces del árbol limonero.
La maceta debe de ser ubicada en un lugar con buena exposición al sol, siempre protegida del viento fuerte que puede dañar al limonero. Se recomienda cambiar el tamaño de la maceta a medida que la planta crece. En concreto, cada aproximadamente dos o tres años.
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Limonero: cuál es la maceta ideal para tener esta planta dentro de tu jardín
En conclusión, para un limonero en maceta, lo ideal es elegir una maceta que tenga un tamaño similar en altura y ancho, con un diámetro mínimo de 30 centímetros y que tenga buen drenaje.
Consejos para cuidar a un limonero en maceta
A la hora de tener un limonero en tu jardín, debes tener en cuenta las siguientes consideraciones para evitar que la planta muera:
- Luz solar: la maceta debe estar en un lugar donde reciba al menos 6-8 horas de luz solar directa al día.
- Riego: la maceta debe tener un riego moderado, pero no excesivo.
- Sustrato: buen drenaje, ligeramente ácido y rico en materia orgánica. Puedes usar un sustrato para cítricos o uno para crasas.
- Abonado: el limonero necesita ser abonado regularmente para mantener su salud y producción. Puedes utilizar un abono NPK o un abono orgánico para cítricos.
- Poda: es importante podar el limonero anualmente para eliminar ramas muertas o enfermas y promover la producción de frutos. La mejor época para podar es antes de que empiece a florecer o después de haber terminado de producir limones.
- Trasplante: es necesario trasplantar el limonero cada cierto tiempo a una maceta más grande para que siga creciendo correctamente.