Asesinato en Guaymallén

Las cinco hijas de la acusada de descuartizar a un hombre faltaban a la escuela con regularidad

El Estado investiga si las niñas fueron víctimas de abuso. Evalúan con qué familiar o persona de su entorno cercano podrían quedar tras la detención de su madre

Las cinco hijas menores de edad de Adriana Valeria Suárez Cervant (40), la mujer acusada de asesinar, descuartizar y quemar el cuerpo de su inquilino en Guaymallén, se encuentran actualmente bajo resguardo estatal, pero su situación era muy preocupante desde antes de que este macabro hecho ocurriera.

Por empezar, no asistían regularmente a la escuela, así lo confirmó a Diario UNO Jessica Benítez, directora de Protección y Restitución de Derechos del Ministerio de Educación, Cultura e Infancia de Mendoza.

Por otra parte, las niñas de entre 5 y 15 años estaban en el domicilio durante los aberrantes hechos que se denunciaron y además, no era la primera vez que estaban en una situación de extrema vulnerabilidad. Ya habían pasado por un hecho traumático cuando, en 2019, se quedaron sin adultos responsables porque tanto su padre como su madre fueron detenidos y llevados a la cárcel.

Adriana Suarez crimen Guaymallén
Adriana Suárez Cervant, la mujer acusada de matar y descuartizar a un hombre, tiene cinco niñas que se encontraban en situación de vulnerabilidad de derechos.

Adriana Suárez Cervant, la mujer acusada de matar y descuartizar a un hombre, tiene cinco niñas que se encontraban en situación de vulnerabilidad de derechos.

En aquel momento la abuela paterna se hizo cargo de las niñas, pero actualmente, Benítez manifestó que se van a tomar el tiempo de estudiar profundamente el caso para determinar con quién deben estar. Por el momento están bajo custodia del Estado.

Las niñas reciben atención médica y psicológica

Según detalló Benítez, el protocolo se activó de inmediato luego de que la Oficina Fiscal notificara al área provincial que la mujer sería detenida tras la denuncia realizada por el padre. Antes de ser trasladada, la propia acusada deslizó que el hombre asesinado podría haber abusado de una de sus hijas, lo que agregó una alerta adicional al caso.

Por esa razón, las cinco niñas fueron derivadas a un hospital pediátrico para recibir atención clínica y descartar riesgos físicos o psicológicos. Además, intervino el Programa Provincial de Maltrato Infantil (PPMI) para evaluar la posible situación de abuso sexual.

"La idea es que las niñas hablen una sola vez de lo ocurrido, a través de la escucha activa para evitar la revictimización", explicó la funcionaria. Y agregó que los informes que surjan de estas entrevistas serán clave para definir futuras medidas de protección y guarda.

Los errores del Estado y el futuro incierto de cinco niñas

Benítez también reconoció que existieron falencias previas en el seguimiento de la situación familiar: "En 2019 hubo una detención de ambos progenitores y se otorgó la custodia a la abuela paterna porque no quedaban adultos a cargo. Pero cuando la madre accedió a la prisión domiciliaria, las niñas volvieron con ella, porque no se detectaron vulneraciones de derechos ni negligencia".

No obstante, ahora surgieron nuevos datos preocupantes: las menores estaban inscriptas en la escuela pero acumulaban reiteradas inasistencias. "Ahora evaluamos que hubo muchas falencias con las niñas", sostuvo la directora.

El equipo interdisciplinario del área de Infancia ya inició una ronda de entrevistas con el grupo familiar ampliado para evaluar quién podría ser la mejor opción para la guarda de las niñas. “Nos vamos a tomar el tiempo necesario para decidir lo mejor para ellas. Lo importante es que llegamos a tiempo para rescatarlas y evitar un daño mayor”, concluyó Benítez.