La planta alcanza entre 30 y 80 cm de altura, con tallos erguidos y hojas verdes divididas en lóbulos que aportan un toque delicado al follaje. Por su porte elegante y su capacidad de adaptarse a diferentes estilos de jardines, la Aquilegia vulgaris se usa con frecuencia en bordes, macizos florales o balcones.
Cuidados de la planta
Según los expertos de Picture This, el cultivo de esta planta es sencillo, siempre que se respeten sus cuidados básicos. Para comenzar, prefiere suelos frescos, bien drenados y ricos en materia orgánica. Aunque tolera la semisombra, florece mejor en lugares con buena iluminación sin sol directo intenso durante todo el día. Es recomendable regarla de manera regular, manteniendo el sustrato húmedo pero evitando el encharcamiento.
Durante la época de crecimiento conviene retirar las flores marchitas para estimular nuevas floraciones y mantener la planta vigorosa. También, se aconseja aplicar fertilizante orgánico durante la primavera para potenciar el desarrollo. En invierno, la parte aérea se seca, pero las raíces resisten y brotan con fuerza en la siguiente temporada.
planta ornamental Aquilegia vulgaris
Aquilegia vulgaris se puede cultivar a partir de plántulas o semillas. Imagen: Freepik.
Cabe destacar que quienes quieran comenzar a cultivar una aguileña y no tengan una planta de vivero, pueden sembrar semillas a principios de primavera. Estas se colocan en un sustrato con humus de lombriz para tener una rápida germinación, sin enterrar muy profundo. Deben regarse con más frecuencia que las plantas establecidas para que luego establecerse.
Si quieres una planta resistente y con una espectacular floración primaveral, la aguileña es una alternativa perfecta para quienes buscan una especie ornamental fácil de cuidar y muy decorativa.