Una de las especies que se puede cultivar en macetas es la gerbera (Gerbera jamesonii). También conocida como margarita africana, se trata de un género de plantas ornamentales de la famila de las Asteraceae, que es perfecta para decorar el jardín.
Las gerberas producen flores de gran tamaño similares a las margaritas, con una variedad de colores muy amplia: desde tonos cálidos como el naranja, el amarillo, el fucsia o el rojo, hasta otros más fríos, como el blanco o el rosa claro. La belleza natural de estas plantas las ha convertido en una de las cinco flores más usadas para crear ramos y otros arreglos florales, que se adaptan sin problemas a toda clase de eventos.
Esta planta produce abundantes flores durante varios meses del año, generalmente desde la primavera hasta el otoño. Sin embargo, ciertas especies pueden regalar florecillas todo el año, si se encuentran en las condiciones adecuadas y en un clima cálidos, donde no hay inviernos fuertes.
Cómo cuidar esta planta en maceta
Los expertos de Interflora revelan que cuidar gerberas en maceta es un proceso sencillo que no requiere ni mucho tiempo ni una gran experiencia. Este detalle las hace perfectas para aquellas personas que quieren iniciarse en la jardinería o simplemente quieren convertir el jardín en un oasis de color.
Estas plantas necesitan un recipiente que garantice buen drenaje, espacio suficiente para el desarrollo de sus raíces y materiales que favorezcan la aireación del sustrato, como el barro o la terracota.
En lo que respecta al sustrato, es recomendable que elijas uno aireado y con buen drenaje. Puedes utilizar una mezcla para plantas de interior o preparar tu propio sustrato, combinando tierra para macetas, perlita y arena en partes iguales.
La gerbera funciona muy bien tanto en interior como en exterior, siempre que se cumplan sus necesidades de luz. Lo ideal es que reciba mucha luz indirecta brillante, así que la puedes posicionar cerca de una ventana con cortina, o si la cultivas en el jardín puedes asegurarte que reciba sol de mañana y cambiarla de lugar en la tarde. Evita que la planta reciba el sol fuerte del mediodía para prevenir quemaduras.






