Así es que, a pesar de que finalmente el Gobierno Nacional les dio el visto bueno para volver a abrir, después de 19 meses, solo volverán a la actividad unos 130 boliches en Mendoza. La apertura real será después de la publicación del decreto y se espera que sea para los primeros días de octubre.
Así lo confirmó Rodolfo Martínez, vocero de la Cámara de la Industria del Entretenimiento, después de que este martes se diera a conocer el decreto del Gobierno Nacional que, entre otras novedades aperturistas, levanta la prohibición para la actividad de las discotecas. Estas podrán habilitarse con un aforo del 50% y con el esquema completo de vacunación de los asistentes, en los 14 días previos a la concurrencia al local.
Martínez la recibió como una gran noticia, que le da un soplo de vida a los empresarios del entretenimiento, aunque lamentó los 19 meses sin trabajar, que se cobraron al menos 6.000 puestos de trabajo, de los 10.000 que tenía el sector -entre directos e indirectos- antes de la pandemia.
El representante de la industria del Entretenimiento manifestó que, tanto él como sus colegas, estaban viviendo una situación límite.
Martínez explicó que el motivo de ésta decisión tenía que ver con que, mientras a ellos no les permitían la actividad principal que se realiza en sus locales, que es bailar, sí se permitían eventos musicales, fiestas en bodegas y otras actividades al aire libre que representaban hasta una competencia desleal para con las discotecas.
Una de las dificultades que se presentan para abrir a partir de esta semana, es que hay discotecas cerradas desde marzo del 2020.
"Muchas de ellas lograron subsistir porque los dueños son propietarios de los locales, pero tienen que renovar las habilitaciones y los carnet para trabajar", explicó. Estos trámites deben realizarse en la Dirección de Diversión Nocturna, en el Ministerio de Seguridad.
En cambio los que comenzaron a funcionar como bares o restaurantes, solo tienen que pagar por el aforo para abrir como boliches.
Otro obstáculo son las deudas que han adquirido en el tiempo en el que no han trabajado. Martínez manifestó que el único municipio que les permitió no pagar el boleto de comercio durante los meses de inactividad, fue Luján de Cuyo. Los demás lo siguieron cobrando, y muchos no han podido pagarlo. Ahora deben ponerse al día.
Algo similar sucedió con el pago de la electricidad. En definitiva, los empresarios del entretenimiento que decidieron no abrir y no pudieron reconvertirse, tendrán que organizar su economía y evaluar si es conveniente para ellos afrontar todos los gastos que les acarreará la reapertura.
Entre otos aspectos a definir, está el de decidir el costo de las entradas, porque si bien los gastos crecieron y los costos ya no son los mismos que cuando tuvieron que cerrar sus puertas, no pueden actualizar el costo de la entrada a este ritmo.
Esta última es una decisión que, según el vocero, aún no se ha tomado.