Una habitación silenciosa, sin pantallas, con luz natural, texturas suaves y aromas relajantes. Así son las Wellness rooms, una de las tendencias de diseño residencial que más crece en Estados Unidos y que empieza a redefinir el concepto de hogar saludable.
La nueva habitación que está apareciendo en las casas modernas (y no es un dormitorio)
Las Wellness rooms o habitación de bienestar llegan a las casas modernas para reducir el estrés. Qué son y por qué marcan una nueva forma de habitar
La arquitectura y el bienestar cotidiano
Según un informe reciente de AP News, arquitectos y diseñadores detectan un cambio claro en las prioridades de quienes construyen o remodelan sus casas: ya no se trata solo de sumar metros cuadrados, sino de crear espacios que ayuden a bajar el nivel de estrés diario.
En ese escenario, las Wellness rooms aparecen como una respuesta directa al agotamiento emocional acumulado tras años de hiperconectividad y rutinas aceleradas.
A diferencia de un living o un dormitorio, estos espacios no cumplen una función práctica tradicional. No están pensados para trabajar ni para socializar, sino para desconectar, meditar, leer, respirar o simplemente estar en silencio.
Algunos incluyen sillones ergonómicos, iluminación regulable, aislamiento acústico, música suave o elementos de diseño biofílico como plantas y materiales naturales.
Cómo hacer de una habitación un wellness room
Especialistas explican que contar con un espacio destinado al descanso psicológico ayuda a regular el sistema nervioso, mejorar la concentración y favorecer un estado de calma sostenida. Estudios citados por el Global Wellness Institute señalan que los entornos diseñados para la relajación reducen los niveles de cortisol, la hormona asociada al estrés.
Otro dato clave es que estas habitaciones no requieren grandes inversiones. Muchos diseñadores recomiendan adaptar un rincón existente, eliminar estímulos visuales y priorizar la calidad sensorial del espacio. El foco está en menos objetos, menos ruido y más intención.
En Dinamarca, la felicidad cotidiana tiene nombre propio: hygge. Este concepto cultural se convirtió en un fenómeno global porque propone algo tan simple como poderoso: crear espacios acogedores y disfrutar de lo esencial.
La expansión de las Wellness rooms refleja un cambio cultural profundo: el bienestar deja de ser una actividad externa, como ir al gimnasio o a terapia, y pasa a integrarse en la vida cotidiana. En las casas del futuro cercano, cuidar la mente será tan importante como cocinar o dormir.






