El mar se convirtió en el escenario de una cooperación que pocas veces habíamos visto con tanta claridad en los últimos años. China y Rusia llevaron a cabo una serie de operaciones navales conjuntas que captaron la atención internacional.
Rusia y China no solo se llevaron las miradas por su magnitud, sino por el mensaje que dejaron entre líneas. Dos superpotencias afinando movimientos en un mismo tablero marítimo, con una sincronía cada vez más visible.
China y Rusia se unen por primera vez en maniobras militares navales conjuntas: reconfigura el poder global
Según Global Times, lo que sucedió entre China y Rusia se condensó en varias fases de maniobras, ejercicios y patrullajes combinados que incluyeron no solo barcos de superficie sino también submarinos coordinadamente, algo que no se había visto con tanta profundidad antes.
A comienzos de agosto, en Vladivostok, en el extremo oriental ruso, la armada china desplazó una flotilla significativa, entre ella un submarino de ataque de la clase Kilo, dos destructores lanzamisiles (los Shaoxing y Urumqi), un buque de repostaje y un buque de rescate submarino, para participar en los ejercicios Joint Sea-2025.
Fue la primera vez que un submarino chino atracó en Rusia como parte de un ejercicio de este tipo y también la primera vez que se integró tan activamente en maniobras con fuerzas rusas en aguas del Mar de Japón y aguas adyacentes.
Que significa este gesto de China y Rusia
Durante varios días, las fuerzas navales de Rusia y China trabajaron en ejercicios de defensa aérea, operaciones antisubmarinas, comunicaciones tácticas compartidas y prácticas de rescate y coordinación en alta mar.
Más allá de la exhibición de tecnología y capacidad, lo significativo fue la coordinación operativa entre las tripulaciones de ambos países, lo que implicó intercambiar información y procedimientos, algo que fortalece la interoperabilidad de sus respectivas armadas.
Este tipo de ejercicios no surge de la nada. Desde 2012, Rusia y China han realizado maniobras conjuntas denominadas Joint Sea en diferentes formatos, pero hasta ahora nunca con una integración tan profunda de plataformas submarinas y tácticas combinadas en un mismo teatro operativo.
Los gobiernos de Pekín y Moscú han insistido en que estas maniobras son parte de sus planes regulares de cooperación militar y que no están dirigidas contra terceros países. Sin embargo, en un mundo donde las tensiones en el Indo-Pacífico siguen siendo una pieza clave de la geopolítica global, este gesto no pasó desapercibido en capitales como Washington, Tokio o Canberra.






