“A diferencia de las huellas de arenisca resistentes... estas huellas de arcilla suelen ser efímeras y se erosionan con relativa rapidez una vez expuestas. Son visiones asombrosas pero efímeras de un mundo del Cretácico temprano y sus habitantes, ahora perdidos en el tiempo", explicó la compañía en la imagen. Según las especificaciones, la huella fue dejada probablemente por un enorme iguanodonte, que se prevé tenía alrededor de 32 pies de largo.
Los iguanodontes vivieron hace 110 y 140 millones de años y podían caminar en cuatro o dos patas. Eran herbívoros y se defendían de los depredadores con una gran púa en el pulgar de la punta de la mano. Cabe destacar que se han encontrado huellas fosilizadas de iguanodontes en piedra en la isla de Wight. Hay que tener en cuenta que las huellas encontradas en arcilla se erosionan en cuestión de días o semanas, igual que las huellas frescas que deja cualquier animal.