El jazmín (Gardenia) es una de las plantas más popular en los hogares y no le faltan motivos para ello. Más allá de su belleza, sus cuidados son sumamente asumibles por jardineros sin experiencia y expertos. Sin embargo, en diciembre y los meses de calor hay que proporcionarle cuidados adicionales para que no se marchite, pierda sus hojas.
Ya sea trepadora o arbustiva, la auténtica belleza de esta planta radica en su floración. En primavera y verano la gardenia se llena de flores blancas que desprenden un perfume único y dulce en el jardín, que a veces incluso llega a colarse en el interior de casa.
Cuidados de la planta de jazmín en la temporada de calor
Según los expertos de Kellogg Garden, es importante aumentar la frecuencia de riego del jazmín en verano, ya que el calor evapora más rápido la humedad. El cuidado de las gardenias se realiza mejor en tierra húmeda. Deben recibir al menos 2,5 cm de agua por semana, así que lo ideal es regar con regularidad para que la tierra esté húmeda, pero nunca empapada.
Es importante ubicar la planta un lugar que reciba unas cuatro horas de sol directo al día. Sin embargo, hay que evitar el sol intenso y continuo, sobre todo durante las horas de más calor, ya que puede dañar el jazmín. Como extra, puedes buscar una ubicación con buena circulación de aire para mantener una humedad adecuada y prevenir enfermedades.
En verano puedes renovar la tierra superficial de la planta y fertilizar cada 20 días o una vez al mes. Lo ideal es utilizar abonos naturales, sobre todo en la temporada de floración.
No hace falta realizar podas abundantes durante el verano, ya que se realizan a fines del invierno y principios de la primavera para estimular el crecimiento. No obstante, en época de calor puedes realizar un mantenimiento para que la planta adquiera la forma deseada. Lo único que debes hacer es quitar ramas débiles o que luzcan sin vida.





