Historias

La historia de Santa Rosa, la patrona que le dio nombre a la legendaria tormenta

Santa Rosa de Lima fue una mujer que dedicó su vida a ayudar a los más necesitados. Conocé su historia y por qué se la vincula con la famosa tormenta

Muchas provincias se ven afectadas con la llegada de la tormenta de Santa Rosa este fin de semana, y son varias las personas que se preguntan el origen del nombre de la misma. Lo cierto, es que responde a la ya canonizada Isabel Flores de Oliva, más conocida como Santa Rosa de Lima.

Nacida en Perú, la historia de esta mujer está marcada por la ayuda a los más necesitados. Por este tipo de acciones, es nada menos que la primera santa nacida en América.

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La historia de Santa Rosa, la patrona que se vincula a la legendaria tormenta

Isabel Flores de Oliva nació en Lima, Perú, el 20 de abril de 1586. Se le dio el apodo de "Rosa" desde pequeña por su belleza, y se distinguió con los demás desde temprano por mostrar una profunda inclinación a la fe y el servicio al prójimo.

Tanto es así que Santa Rosa se integró a la Tercera Orden de Santo Domingo, inspirada por Santa Catalina de Siena, y se dedicó a la oración, la meditación y la penitencia, mientras trabajaba con costura y huerto para ayudar a su familia a salir adelante.

Pese a la caída de sus bienes familiares, esta mujer se dedicó ayudar a los más desfavorecidos, fundando un refugio para niños y ancianos y trabajando como sirvienta. En otras palabras, transformó su hogar.

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En todo este contexto, a la hoy santa se le atribuyen varios milagros, como curaciones, la aparición de flores en su huerto. Finalmente, Santa Rosa falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años, y fue canonizada por el Papa Clemente X en 1671.

Por qué su nombre en la famosa tormenta

Dentro de los milagros que se le atribuyen a Santa Rosa de Lima, el más popular es el que la leyenda cuenta, ocurrió en el año 1615. Cuando una flota pirata amenazó Lima, Isabel Flores de Oliva rezó pidiendo protección divina. En medio de sus plegarias, una tormenta azotó la ciudad y dispersó a los barcos enemigos, salvando así a la población.

Desde entonces, se comenzó a vincular cualquier tormenta cercana al 30 de agosto con la figura de Santa Rosa. Hoy en día, su imagen y nombre se encuentran en calles, ciudades, hospitales y parroquias, manteniendo una presencia espiritual y cultural que une lo místico, lo religioso y lo natural.

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