En 1959, el gobierno chino tomo la decisión de inundar a propósito la ciudad de Shi Cheng con el objetivo de crear una represa hidroeléctrica, para desarrollar la industria de la zona. Se cree que alrededor de 300.000 personas fueron reubicadas para poder llevar adelante el proyecto. En el 2001, fue redescubierta. Al estar sumergida 40 kilómetros bajo el agua, sus estructuras estuvieron preservadas del viento, lluvia y sol.
Lo que hace que la ciudad de Shi Cheng sea un lugar tan singular es su excepcional estado de conservación. A pesar de haber estado sumergida en un lago durante más de siete siglos, sus estructuras, incluyendo templos y arcos, se han mantenido en condiciones extraordinarias.
Esto la convierte en un testimonio único de la ingeniería y la arquitectura de una época pasada. La ciudad de Shi Cheng fue una metrópoli próspera durante las dinastías Ming y Qing. En la misma se pueden encontrar:
Hace 23 años, el gobierno chino realizó una expedición para determinar en qué condiciones se encontraba la ciudad submarina. Recién en el 2021 se publicaron imágenes de la ciudad.