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La ciudad donde más llueve en todo el mundo: se encuentra entre las nubes con 11 metros de lluvia

Esta ciudad única en el mundo la gente se ha adaptado a las intensas lluvias, moldeando la forma de vida de esta comunidad. Todos los detalles

En esta ciudad, las montañas se elevan como coronas de neblina. Cada mañana, esta región única del mundo los habitantes abren sus puertas al murmullo del agua que no cesa. Nieblas espesas envuelven los senderos, y el cielo no se divide en “días de lluvia ” o “días secos”: aquí todo es lluvia, todo es nube, todo es humedad.

Esta ciudad recibe, en promedio, alrededor de 11 872 milímetros de lluvia por año (aproximadamente 11,9 metros). Su singular ubicación geográfica hace que esté casi siempre envuelto en niebla y nubes bajas, de modo que sus habitantes a menudo “caminen entre nubes”.

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La ciudad del mundo donde más llueve: se encuentra entre las nubes con 11 metros de lluvia

En lo alto de las colinas Khasi, en el estado de Meghalaya, noreste de India, se encuentra Mawsynram, una ciudad que parece caminar entre las nubes y donde la lluvia no es excepción sino regla: este lugar ostenta el título mundial informal de “el más lluvioso del mundo”.

¿Por qué llueve tanto en esta ciudad? el fenómeno meteorológico que explica esta exagerada precipitación es la lluvia orográfica: los vientos cargados de humedad desde la bahía de Bengala son obligados a ascender al topar con las colinas Khasi. Al subir, el aire se enfría, condensa la humedad y esta cae como lluvia intensa sobre un área relativamente pequeña. Además, la altitud, la orientación de los vientos y la geografía de la zona traban las nubes en la región, prolongando la incesante lluvia.

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¿Cómo es vivir en la ciudad con más lluvia del mundo?

Casas aisladas en medio de la neblina, lluvia que golpea, y un entorno en el que “caminar entre nubes” no es metáfora sino literal. Caminar por sus laderas es moverse dentro de un sueño líquido, donde las gotas bailan desde las hojas hasta los pies, donde el horizonte se pierde en gris, donde el camino a veces desaparece bajo un velo.

Mientras tanto la vida florece , verdes intensos, musgo, selva que respira, goteos que marcan el paso del tiempo. Porque no son lugares así los que nos enseñan que la lluvia no solo cae: permanece, acompaña, moldea. Y en esa permanencia, nos recuerda la fuerza silenciosa de la naturaleza.

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