Historias de vida

La bombera maipucina que está lista para escalar la torre más alta de Latinoamérica en Chile

Agustina Amor, bombera de Maipú, será una de las 7.083 participantes de “Corremos por la Vida 2025” en Chile. Junto a sus compañeros representará a Mendoza

Agustina Amor lleva la vocación de servicio en la sangre. Desde niña, cada vez que escuchaba una sirena cerca de su casa en Maipú, algo se encendía dentro de ella. Hoy, esa chispa se transformó en fuego vivo: es cabo y suboficial del cuartel de Bomberos Voluntarios de Maipú, donde encontró su lugar en el mundo. “Ser bombera es una manera de vivir, de sentir, de estar presente para el otro”, resume con mucho orgullo.

agus amor y equipo de bomberos
Cuartel de Maipú, siempre listo. Este viernes competirán en Chile.

Cuartel de Maipú, siempre listo. Este viernes competirán en Chile.

Este viernes 7 de noviembre, Agustina viajará a Chile junto a sus compañeros del cuartel de Maipú —cinco hombres y cinco mujeres— para participar de un desafío sin precedentes: la competencia internacional “Corremos por la Vida 2025”, que reúne a 7.083 bomberos de 174 cuerpos y once países, entre ellos Argentina, España, Brasil, Venezuela, Perú, Portugal, Ecuador, Bolivia, Estados Unidos, Colombia y Uruguay.

El escenario no podría ser más imponente: el Costanera Center de Santiago, la torre más alta de Latinoamérica con sus 62 pisos, 1.800 escalones y 300 metros de altura. Allí, los bomberos, con su equipo completo, pondrán a prueba no solo su capacidad física, sino también su temple, su espíritu y su sentido de comunidad.

“Representar a los bomberos de Maipú es un enorme orgullo para todos nosotros”, cuenta Agustina antes de emprender el viaje. “Es llevar en alto el nombre de nuestra institución y de toda la comunidad que nos apoya día a día. Esta competencia no es solo una prueba física, sino también un símbolo de la entrega, el sacrificio y el aliento de superación que nos caracteriza a cada bombero voluntario”.

La bombera que se preparó durante meses para la competencia

Durante meses, Agustina y su equipo se prepararon para este momento. Los entrenamientos fueron exigentes: escaleras, respiración controlada, hidratación precisa y un enfoque mental a prueba de todo. “Sabíamos que el cansancio y el peso de nuestros equipos iban a poner a prueba nuestros límites. Simulamos ascensos con el equipo completo. Cada escalón era un recordatorio del compromiso que tenemos con nuestra vocación”, explica.

La competencia tiene además un profundo sentido simbólico: subir por la vida. Cada escalón representa a las personas por las que los bomberos alguna vez arriesgaron la suya. Y también a quienes ya no están, a los que inspiraron con su ejemplo. “Nos motiva el desafío personal, pero también la posibilidad de mostrarle a la gente lo que significa ser bombero. Estas competencias reflejan el esfuerzo constante que implica estar siempre listos para actuar”, reflexiona Agustina.

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Se crió a pocas cuadras del cuartel de Maipú y su vocación de servicio sigue intacta.

Se crió a pocas cuadras del cuartel de Maipú y su vocación de servicio sigue intacta.

Más allá del desafío físico, la bombera mendocina valora el encuentro humano que se genera en torno a la vocación. “Sirven para visibilizar el entrenamiento, la disciplina, promover la salud —tan importante para nosotros—, la pasión que hay detrás de cada intervención y para fortalecer los lazos entre bomberos de diferentes lugares”, agrega.

Agustina vive a dos cuadras del cuartel. Su día a día está marcado por la solidaridad y la cercanía con sus compañeros. Entre las muchas historias que ha vivido en el servicio, hay una que la emociona especialmente: “En un incendio de vivienda me tocó rescatar un erizo. Era de una nena que lloraba desconsoladamente. Lo encontré con vida y se lo entregué. Ver su carita feliz fue inolvidable”.

"A veces alegría, otras dolor", dice la joven con vocación de servicio

Esa mezcla de ternura y coraje define su vocación. “A veces es alegría, otras veces dolor. Pero siempre queda la certeza de haber estado donde hacía falta”, dice, mientras se prepara para uno de los momentos más importantes de su vida.

Antes de viajar, Agustina quiso dejar un mensaje para quienes sueñan con seguir su camino: “Que nunca dejen de soñar y que se animen a servir. Ser bombero es una vocación solidaria, basada en el trabajo en equipo y el amor por los demás”.

agus amor y cuartel maipú
Parte del cuartel, listo para viajar a Santiago de Chile.

Parte del cuartel, listo para viajar a Santiago de Chile.

Y también quiso agradecer a quienes quedan de guardia en Mendoza, velando por la seguridad de todos mientras el grupo maipucino escala hacia las alturas: “Nosotros el viernes viajamos, pero acá en Maipú quedan compañeros brindando su servicio a la comunidad”.

Mientras el avión despega rumbo a Santiago, Agustina lleva en su mente un único objetivo: llegar a la cima. Pero más allá del punto más alto del Costanera Center, sabe que el verdadero triunfo es seguir subiendo —paso a paso— con el mismo fuego que la hizo soñar cuando era niña.