"Todos los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando", dice el pedagogo italiano Francesco Tonucci. Así deberían considerarse tantas formas de aprender como niños y niñas jugando existan en el mundo.

Te puede interesar: Las variables y las restricciones que maneja Suarez para definir cómo sigue la cuarentena

Sin embargo, no siempre aprender resulta divertido, y estimulante a los intereses de cada chico.

En el caso de Juan Ignacio Fernández (5), un niño sanrafaelino diagnosticado tempranamente con TEA (Trastorno del Espectro Autista) y en forma posterior con TDL (trastorno del Lenguaje) el aprendizaje pasa por el cuerpo: él tiene que vivenciar, dramatizar, transformar la realidad para aprender de verdad.

 Embed      

Así lo hizo en el caso de la historia de San Martín. Su mamá, Marisa Alonso, contó que tras una consigna del Jardín de Infantes "Corazones del Atuel" se pusieron manos a la obra y armaron en familia el video que asombró a las maestras y a la misma Dirección de Escuelas.

Juan Ignacio resultó ser un excelente actor, y junto a su perra Lola -actúa de caballo de San Martín- protagonizaron este genial corto de la vida del General.

 Embed      

Un niño con intereses especiales

Marisa contó que cuando Juan Ignacio comenzó a crecer notaron algo raro en su comportamiento. No hablaba, no seguía la mirada y y no respondía a su nombre.

Finalmente, cuando obtuvieron el diagnóstico, para su familia fue difícil de asimilar.

 Embed      

"Como familia, primero hubo una negación, pensamos que era sordo, y que con un audífono iba a estar bien. Pero el diagnóstico nos hizo mover el piso" "Como familia, primero hubo una negación, pensamos que era sordo, y que con un audífono iba a estar bien. Pero el diagnóstico nos hizo mover el piso"

Marisa AlonsoMamá de Juan Ignacio y docente de primaria

Sin embargo, cuando pudieron procesarlo, fueron entendiendo que Juan Ignacio era simplemente, un niño con intereses especiales.

"Su primera palabra no fue ni mamá ni papá, sino Telefé. Le encantaba el logo de las pelotitas, y lo seguía. Cuando empezó a dibujar, se interesaba por los logos, dibujaba el de Google, y todos los que tenían que ver con tecnología". "Su primera palabra no fue ni mamá ni papá, sino Telefé. Le encantaba el logo de las pelotitas, y lo seguía. Cuando empezó a dibujar, se interesaba por los logos, dibujaba el de Google, y todos los que tenían que ver con tecnología".

Juani se apasiona con los robots. su mamá contó que para el Día del Niño había pedido un robot de Android. Pero con paciencia, en la casa lo convencieron de regalarle una bicicleta.

"De todas maneras, el domingo en la noche me preguntó si el Día del Niño ya había terminado, porque todavía esperaba el robot". "De todas maneras, el domingo en la noche me preguntó si el Día del Niño ya había terminado, porque todavía esperaba el robot".

Todos somos diferentes

Para Marisa, que es docente de primaria, cada paso que su hijo da en su crecimiento, cuando nota que incorpora nuevos intereses y nuevos aprendizajes, es un logro propio.

 Embed      

"Mi hijo vino al mundo a enseñarme muchas cosas. Me hizo mejor mamá, mejor maestra y sobre todo muy feliz. Estoy muy orgullosa de él". "Mi hijo vino al mundo a enseñarme muchas cosas. Me hizo mejor mamá, mejor maestra y sobre todo muy feliz. Estoy muy orgullosa de él".

Explicó que acompañando a Juan Ignacio en su desarrollo, su mente se abrió mucho más.

"Cada niño es diferente, tiene sus propios intereses y aprende a su ritmo y de maneras distintas" "Cada niño es diferente, tiene sus propios intereses y aprende a su ritmo y de maneras distintas"

También hizo hincapié en que en el caso de su hijo, la cuarentena le sirvió para aprender de otra manera de la que lo hubiera hecho en la escuela y esto lo afianzó y le dio mucha confianza en sus propias capacidades y creatividad.

 Embed      

Así, también inventó una hermosa historia denominada "El niño superhéore", dedicaba a sus vivencias en pandemia.