Graciela Batalla Gómez y Felix Vallejos son una pareja de jubilados que pidieron asistencia al programa Mayores Cuidados del Gobierno Porteño. El joven que se presentó para ayudarlos es un chico peruano que se llama Roberth Calla Soto y ha creado una relación especial con el matrimonio.
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Graciela y Félix viven en Barracas y se van a mudar a un departamento de Palermo. Además, cuando las autoridades den autorización, realizarán una fiesta para inaugurar su nuevo hogar e invitarán a Roberth, el voluntario que los ayudó con sus necesidades durante la cuarentena.
La pareja, además de superar la edad y ser grupo de riesgo, también padece hipertensión y diabetes. En el momento en el que el Gobierno Nacional decretó la cuarentena en todo el país, la pareja tuvo la preocupación sobre cómo abastecerse, ya que aparte de ser pacientes de alto riesgo, no cuentan con ningún familiar en un área cercana para que pueda ayudarlos.
Fue así como fueron asistidos por el sistema Mayores Cuidados, un programa que ofrece solución para las necesidades de aquellas personas que no pueden salir de sus casas para hacer las compras en los comercios de proximidad, ir a la farmacia o pasear a las mascotas. Fue así que conocieron al joven, uno de los 39.868 voluntarios que se ofrecieron (hasta junio) para realizar estas acciones comunitarias vinculadas a la atención de 16.721 adultos mayores que lo solicitaron.
Roberth y esta pareja de jubilados, que viven a tres cuadras de distancia, crearon un vínculo de confianza rápidamente. En una entrevista ofrecida al diario Infobae, Roberth explicó que “Al principio tenía mis dudas, pensaba que me podía tocar una persona irritable o que por ahí su carácter era distinto al mío. Pero no: con Graciela y Félix hubo una buena química, me sentí muy cómodo con ellos. Congeniamos muy bien”.